El Celta ha iniciado una concentración de nueve días en A Toxa que permitirá al afinar su forma física y que al mismo tiempo va a servir al técnico, Antonio Mohamed, para tomar decisiones sobre el grupo de futbolistas que todavía no tienen un puesto asegurado en la plantilla. El técnico quiere evaluar sobre el terreno a todos sus hombres para decidir con quiénes cuenta finalmente.

Un grupo de jugadores, entre los que se cuentan canteranos como Borja Fernández, Juan Hernández, David Costas o Iván Villar y futbolistas como Robert Mazan, Andrew Hjulsager, Andreu Fontás y, en menor medida, Jozabed o Beauvue (con cada vez más opciones de seguir) estarán a examen los próximos días.

La primera jornada se desarrolló con un doble turno de entrenamiento sin los apartados Jonny Otto y Sergi Gómez ni los mundialistas Iago Aspas, Pione Sisto y Maxi Gómez, que siguen de vacaciones. El delantero canterano, que ya se encuentra de vuelta en Moaña, y el extremo danés iniciarán el próximo lunes los entrenamientos en A Madroa, no así el uruguayo, cuya estancia en el Mundial se prolongó más tiempo y se le espera algo más tarde.

La primera sesión de trabajo se inició temprano, a las nueve, con un entrenamiento de gran intensidad física sobre la arena de la playa de A Lanzada. Tras el calentamiento, el técnico dividió a la plantilla en cinco grupos que se fueron alternando en ejercicios de resistencia, trabajo con pesas, así como ejercicios con balón en espacios reducidos y de remates. La sesión, que el equipo afrontó en ayunas, se prolongó durante unos setenta minutos.

Por la tarde, tras reponer fuerzas, el plantel celeste se entrenó a puerta cerrada en el vecino campo de Baltar (Portonovo) a puerta cerrada. En esta sesión vespertina de trabajo, que duró cerca de hora y media, el trabajo con pelota cobró ya mayor protagonismo. El técnico introdujo además una serie de novedosos ejercicios de risoterapia para levantar el ánimo del grupo como el tiro al glúteo, en el que un grupo de jugadores disparaba balones a las nalgas de otro grupo situado de espaldas en una portería, o la cucaracha, en la que los futbolistas imitaban boca arriba al insecto del mismo nombre.

Entre amas sesiones hubo tiempo para una charla técnica en el hotel de concentración en la que, según se puede apreciar a través de los imágenes difundidas por Celta Media, dos de los esquemas de juego que el nuevo técnico tiene en mente para el próximo curso: el 4-3-3, ya empleado por sus predecesores, Juan Carlos Unzué y Eduardo Berizzo, y el 4-2-3-1.