Pocos futbolistas han cosechado elogios tan unánimes en la última jornada de clasificación mundialista como el centrocampista celeste. Aunque Unzué lo ha utilizado en los dos primeros compromisos ligueros como interior, el versátil medio celeste ha brillado con su selección en todo su esplendor como pivote, la posición en la que acostumbra a jugar con su país.

Como primer hombre del medio campo, Lobotka fue el responsable de la organización del juego de Eslovaquia. El jugador celeste asumió el peso de la dirección moviendo a su equipo con precisión de relojero con todo el repertorio de su extenso manual: jugó en corto, en largo, condujo con maestría y movió a un ritmo imposible de detener para Eslovenia, que vivió momentos de verdadera tribulación. Al compás de Lobotka, los atacantes eslovenos desbordaron una y otra vez al desconcertado conjunto balcánico. Solo las excelentes intervenciones de Jan Oblak, que realizó un recital de paradas, impidieron la goleada. La actuación del portero del Atlético de Madrid consiguió demorar la derrota casi hasta el final, pero a nueve minutos de la conclusión Eslovaquia obtuvo un merecido premio por medio de Nemec, que cazó un rechace en el área a otro disparo anterior de Hamsik dentro del área.

La victoria frente a Eslovenia complica notablemente las opciones de clasificación del cuadro balcánico y dispara las expectativas eslovacas de clasificarse por segunda vez consecutiva para un gran torneo internacional.Bajo el liderazgo de Lobotka, los de Jan Kozak sueñan con la primera plaza, que se juegan este lunes contra Inglaterra.