Jozabed Sánchez vuelve a empacar sus enseres. Será la segunda mudanza en escasos días. El jugador se incorporó el pasado lunes a la pretemporada con el Fulham. El club inglés y el Celta concluyeron el miércoles su traspaso. Ahora el andaluz rehace las maletas, aunque con mayor felicidad. El equipo celeste es el que él había elegido para proseguir su carrera. En su cesión durante el segundo tramo de la pasada campaña descubrió el ecosistema ideal para desarrollar las cualidades que mostró en el Rayo Vallecano. Jozabed admite que la lentitud en las negociaciones le generó cierto nerviosismo. Ahora respira aliviado y anuncia que estará en Vigo el lunes para iniciar la pretemporada a las órdenes de Juan Carlos Unzué. Porque vuelve al mismo Celta, pero también a otro distinto del que conoció bajo la batuta de Berizzo.

Jozabed ha sido uno de los fichajes de enero más rentables que se recuerdan en el Celta. Llegó bajo sospecha. Orellana abandonaba el equipo por indisciplina. Berizzo exigía más que nunca el mediapunta que ya en verano le habían negado -le dieron a Rossi-. Jozabed parecía carecer del cartel apetecido. Llegaba de sentirse inadaptado en el Fulham. Olía a patrocinado del director deportivo, Felipe Miñambres. Temporada y media de titularidad con los madrileños constituían el mejor fulgor de una carrera modesta, con paso por Ponferradina o Jaén. Poca etiqueta para los paladares más exquisitos y con el equipo peleando en Copa y Europa League.

La carrera de Jozabed en el Celta

Jozabed pronto acalló cualquier duda. Se aclimató con celeridad al entorno, el vestuario y el estilo de Berizzo. El preparador lo convirtió en su duodécimo jugador, aquel que podía cambiar el ritmo en la segunda mitad de los partidos importantes. Y en los trámites ligueros, cuando empleaba al plan B, Jozabed era de los que se comportaban con mayor tensión. Participó en 28 partidos, anotó dos goles y repartió cuatro asistencias.

Jugador de buen pie y lectura, preciso a un toque, con llegada, afable además en el trato, su adquisición en propiedad era un objetivo claro del club y una petición casi unánime entre la afición. Su regreso se ha retrasado por el tira y afloja con el Fulham, que quería recuperar la mayor parte posible de los cinco millones invertidos en su fichaje en verano de 2016. Cobrará finalmente cuatro. Jozabed firma por cuatro temporadas y tendrá una cláusula de rescisión de 30 millones. El sevillano se declara "muy contento porque todo se ha solucionado ya antes de la pretemporada, que era lo que quería y así poder estar desde el inicio con ellos", dice de los célticos.

Jozabed sobre la afición: "Llevan 4 meses demostrando su cariño"

"Al final cuando ves que todo está a punto pero no acaba de cerrarse, te entra un poco de nerviosismo. O por lo menos a mí", admite Jozabed. "Tanto el Celta como yo hemos hecho un gran esfuerzo. Han apostado por mí y yo por ellos. Se ha solucionado todo lo antes posible".

Agradece la alegría que percibe en el celtismo: "Durante los cuatro meses ya me demostraron su cariño desde que llegué a Vigo. Y siempre me han mostrado durante esta verano su apoyo a través de las redes sociales, queriendo que volviera allí. Al final ha salido bien y todos contentos".

Respecto al cambio en el banquillo, Jozabed Sánchez resume: "Nuevo entrenador, nuevas ideas, nuevos conceptos; toca aprender rápido lo que pida y ponerlo en práctico cuanto antes".