Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Un gol de rebote que condena al Celta a la derrota

Una afortunada acción a balón parado complica un partido que aleja a los vigueses de la pelea

Theo Bondonga conduce la pelota en el Celta- Villarreal // Alba Villar

Un afortunado remate de Roberto Soldado en una jugada aislada condenó al Celta a una derrota que complica notoriamente las opciones del conjunto de Berizzo de regresar el próximo curso a Europa por la vía de la Liga. La acción, casi casual, del punta valenciano sacó brillo al cicatero partido firmado por el conjunto de Fran Escribá, que se adelantó en el marcador de rebote y sentido práctico para administrar su ventaja hasta el final.

El choque deja sensaciones agridulces: agrias por una derrota excesiva que aleja en nueve puntos al Celta de la séptima plaza, su principal objetivo ahora en la Liga; dulces, por la ambición mostrada desde el banquillo para remontar el partido y el brillante desempeño sobre el verde de los hombres de refresco utilizados ayer por Eduardo Berizzo, que se dejaron la piel en busca del empate.

Especialmente confortadora fue la actuación de Marcelo Díaz, que se acercó a su mejor nivel en la dirección del equipo, y de gente como Jozabed, Sergi, Planas -el catalán completó uno de sus mejores partidos como celeste- y, sobre todo, el repescado Claudio "Air" Beauvue, que confirmó su plena recuperación y dejó detalles que hacen sospechar que puede convertirse en un activo muy importante para este equipo en el último tercio de la temporada.

alineación inédita

No hubo sorpresas en la alineación, en la que Berizzo introdujo mucha gente de refresco con respecto al equipo que derrotó el pasado jueves al Krasnodar en la UEFA Europa League. Descansaron Jonny, Fontás, Guidetti y Sisto; repitieron Sergio, Mallo, Marcelo Díaz y Radoja; Aspas Wass y Cabral se fueron al banquillo; y Bongonda, Jozabed, Sergi Planas, Roncaglia y Rossi entraron de refresco.

La gran novedad fue sin embargo el debut de Andrew Hjulsager, el último de los fichajes invernales de Felipe Miñambres, a quien Berizzo situó en banda derecha. El danés entró en el choque muy enchufado y protagonizó un par de acciones de peligro pero, con el paso de los minutos, fue acusando su desconocimiento de la mecánica y la falta de sintonía con sus compañeros acabó diluyendo su actuación.

falta criminal

El autor del gol que decidió el partido no debería haber estado en el campo. Melero López despachó con una simple tarjeta amarilla una criminal entrada por detrás de Roberto Soldado a Marcelo Díaz que debió haberse saldado con la expulsión fulminante del delantero amarillo. Soldado cazó al chileno por detrás, golpeándole en el tobillo con una violencia inaceptable. Una entrada brutal y alevosa que puede tener secuelas importantes, ya que el céltico, que tuvo que hacer un gran esfuerzo para poder concluir el partido, tiene afectada la rodilla como consecuencia del golpe recibido en el tobillo.

La falta se produce en el minuto 6 de partido, 38 antes de que Soldado anotase el gol que decidió el encuentro. Pero el árbitro perjudicó también claramente al Villarreal no señalando en la recta final del choque una penalti por clara mano de Roncaglia en el área.

psicológico gol de rebote

El plan trazado por Berizzo de buscar la victoria a través de la posesión de balón no se cumplió como esperaba el técnico. Su equipo tuvo la pelota y llevó casi siempre la iniciativa del juego pero le costó moverla con velocidad en los metros finales y sobre todo pericia en el último pase para filtrarla entre la defensa y encontrar posiciones francas de remate.

La mejor opción de los celestes la protagonizó Rossi, al que se vio muy motivado frente a su exequipo. El italiano recortó a dos tipos en el área, se preparó el disparo con un toque largo hacia el palo corto y disparó con fuerza pero Andrés, bien situado, tapó el único hueco por el que podía colarse el balón.

El Villarreal tuvo un par de aproximaciones bien resueltas por la defensa del Celta o por Sergio, que evitó con el pie un buen remate de Roberto Soriano.

El Gato de Catoira no pudo sin embargo impedir el gol de Soldado tras una falta muy lejana a un minuto del descanso. Johathan dos Santos bombeó un centro al área, Musacchio peinó el balón con dificultad adelantándose en el salto a Sergi y Soldado, sin querer, desvió con la cabeza la pelota al fondo de la portería. Demasiado castigo y en el peor momento para el Celta.

berizzo echa el resto

El tanto de Soldado no descorazonó al equipo celeste, que buscó el empate hasta el último aliento. Tras el intervalo, el Celta dio un paso más al frente hizo retroceder metros al Villarreal, pero no encontró el modo de superar la tupida red de defensores tejida por Escribá sobre el césped de Balaídos.

Berizzo movió el banquillo y los cambios mejoraron al Celta. Primero entró Beauvue, un cromo nuevo que contribuyó a dominar el juego aéreo y buscó siempre como hacer daño al rival; luego lo hizo Aspas (por Radoja), que actuó como media punta y finalmente Wass suplió a Sergi Gómez en un último y valiente intento de revertir la situación que no tuvo el desenlace apetecido.

Compartir el artículo

stats