Si estos días, al amanecer, notas sensación de soledad. A la hora del desayuno, con FARO DE VIGO sobre la mesa, cerrando los ojos, abraza fuerte con ambas manos la taza del café y nota, percibe su calor: es la cercanía, el cálido arropamiento de todos los que, como tú, cada día, acercamos nuestra mirada a las páginas de FARO. No solo para sentirnos informados, sino lo más importante: sentirnos acompañados.

Después, frente al espejo, regálate una amplia sonrisa y di en voz alta: "Un día menos. Un pasito más hacia la normalidad". No lo dudes: hay futuro.

Seguimos leyendo. Seguimos en el camino. Seguimos caminando.