El dieciséis de diciembre de 2018, en la sección Cartas al Director, Faro de Vigo publicó un escrito firmado por don Antonio Lorenzo González, referente a la rehabilitación que está ejecutando el Ayuntamiento de Salvaterra de Miño en la antigua Casa Sindical, bajo el titular "Salvaterra ou a profanación da Arquitectura".

Dada la circunstancia de que el único nombre que se mencionaba era el mío, en calidad de arquitecto director, me considero legitimado para contestar dicha carta.

Ante todo reconozco muy de agradecer el que un ciudadano se preocupe, como hace el señor Lorenzo, por su patrimonio arquitectónico, manifestando una opinión que es exclusiva de arquitectos o políticos. ¡Faltaría más?!

Pero debo ahora exponer el por qué de mi desacuerdo con el contenido del escrito del señor Lorenzo González. Ante todo aclarar que las obras de rehabilitación de la Casa Sindical se están efectuando por fases y la que se está acometiendo en estos momentos es la primera.

Se han extraído los herrajes artesanales que decoran los cuerpos curvos de la puerta central de la fachada, que en modo alguno corren riesgo de que se "tiren a la chatarra o se vendan al mejor postor"como usted insinúa, sino que se han almacenado a fin de tratar dichas piezas de la manera más adecuada para su ulterior reposición. Pero sea ahora sincero, señor Lorenzo. Me consta que dispone de un reportaje fotográfico, efectuado por usted mismo, en el que se evidencia que ese material está custodiado en el interior del edificio, por lo cual no entiendo sus sospechas de que la corporación pretenda venderlos, desguazarlos o subastarlos? Eso es una presunción cuando menos extemporánea, precipitada y carente de base.

Lo cierto es que su carta, en la que denuncia la "profanación" que se está urdiendo contra la Casa Sindical, se limita a citar la cuestión del enrejado artesanal "desaparecido". Por lo demás no veo otras críticas de entidad a los trabajos efectuados hasta ahora.

Pero lo que sí que lamento es que no haya usted citado un detalle que sí tiene verdadera entidad: en la parte central del alero de la fachada principal aparecía una verdadera profanación, como usted la califica. Una parte de las ménsulas decorativas habían desaparecido, siendo sustituidas por un acabado en hormigón visto muy mal rematado. Una verdadera chapuza. Como usted podrá comprobar ahora, este profanador que le escribe se ha preocupado de recuperar esas ménsulas, de manera que el alero presenta la continuidad armónica de la que careció durante décadas.

Debo recordarle además que la Casa Sindical ha carecido de protección patrimonial alguna a lo largo de casi un siglo. Ningún especialista se preocupó de incluirla en un catálogo de protección patrimonial (tampoco me consta que, a pesar del manifiesto interés que usted ahora manifiesta por el edificio, lo hiciera en ningún momento).

Debemos agradecer en consecuencia a la sensibilidad de la actual corporación la salvación del edificio, desechando un "borrón y cuenta nueva" probablemente más sencillo y barato.

Quedo a su disposición para debatir sobre esa arquitectura histórica de Salvaterra de Miño que ahora, cuando se efectúa la primera fase de la rehabilitación de la antigua Sindical, tanto le interesa. Seguro que será un placer para ambos.