La comarca de Arousa necesita un lobo político para que pueda caminar por todos los rincones y no se pueda perder en la política.

Desde hace décadas, padecemos los mismos problemas y nadie encuentra una solución y con mucha frecuencia, las soluciones a los problemas se encuentran en la calle. En las calles se escucha mejor a los ciudadanos y además estos nos relatan sus problemas dando soluciones.

Si los políticos temen salir a las calles para escuchar a los ciudadanos es mejor que dejen sus puestos. La única vez que los vemos es solamente para pedir votos. Una vez cada cuatro años.

La economía arousana soportó duramente una crisis y hoy tenemos un ambiente negativo por las secuelas: desempleo muy alto, falta de multinacionales, la pequeña y mediana empresa languidece, sin olvidarnos de la demografía.

La solución no esta en los pasillos o detrás del escritorio, pero sí en la calle. Hay que salir para hablar con empresarios, instituciones, concellos, ciudadanos y descubrir las causas más profundas de los problemas económicos.

Los problemas complejos no se podrán solucionar sin una amplia coalición de la sociedad civil. Esta comarca está acostumbrada a recibir limosnas de la Diputación y la Xunta y esto tendrá que cambiar. Se necesita un gran capital para reforzar las estructuras económicas, pues sin una economía todo se vendrá abajo.