Hace cuatro años se publicó mi carta: Soy mujer, en España, en el siglo XXI. Estaba basada en las medidas para evitar violaciones que el Ministerio del Interior había colgado en la web del Gobierno. A día de hoy, esas medidas han desaparecido. No las violaciones.

Hoy vuelvo a escribir. Porque he caminado hacia mi casa, sola, tarde, por calles solitarias, y he sentido miedo. Más miedo que ayer.

¿Sería igual de probable que tres juezas dictasen la misma sentencia? ¿Es probable que los jueces que lo han hecho hayan sentido miedo de caminar solos? ¿Es probable que algún hombre sienta miedo de cinco mujeres? ¿Es posible que un hombre que sale de fiesta y bebe sienta su integridad física en peligro por cinco mujeres que quieren sexo con él, independientemente de él?

¿Es igual de probable que cinco mujeres quieran sexo simultáneo con un hombre? ¿Es posible que sea en su contra? ¿Sin su consentimiento? ¿Es posible que un hombre se deje hacer por cinco mujeres para que acaben cuanto antes?

¿Por qué la marea de hoy no se llena también de hombres? De hermanos, padres, hijos, vecinos, amigos, novios, primos, abuelos, etc...

Uno de los jueces veía sexo consentido en los vídeos. Yo no los he visto, pero sé que no vería sexo. Sé que el único sentido que vería es que una situación así es de una sociedad enferma, contaminada de ideas confusas acerca del sexo, el deseo, el morbo y la mujer.

La mujer. La chica. La niña. Si una niña no merece ser así tratada es imposible evitar la violación. Si su comportamiento ante cinco hombres que pertenecen a un grupo mayor que se denomina "La Manada" provoca que no se considere violación es porque se lo buscó, jugó con fuego, y no pudo sufrir tanto.

Si viendo esos vídeos un juez no se alegra de serlo para poder aplicar Justicia y hacer perder a los malos, a los malvados, a "La Manada" de animales, es porque su concepto de la mujer y el sexo son los conceptos de esa sociedad degenerada a la que pertenece.

Porque si todas las mujeres asesinadas al cabo del año fuesen hombres, ya habría leyes más fuertes.

Uno de los jueces vio sexo consentido y los otros dos no vieron violencia ni intimidación.

Yo tengo más miedo que ayer, porque el mensaje a los hombres que quieran penetrar a una mujer contra su voluntad, en grupo o en solitario, saben que pueden acabar en la cárcel, pero también saben hoy que si lo hacen entre cinco puede que no sea violación. ¿Si lo hace solo uno?

¿Frena esta sentencia las violaciones? ¿Frena esta sentencia la violencia de género? ¿Frena está sentencia los abusos?

Si no los frena, ¿los mantiene en el mismo sitio?

Hombres, ¿no os indigna? ¿Por qué no salís a la calle con las mujeres y nos convertimos por fin todos en personas?

Por el camino que vamos, solo somos una sociedad degenerada, bárbara y asesina.

Señores jueces. La Justicia no son ustedes. Y lucharemos por ella. Y por ella. Y por todas. Todos.