Las casetas de la carpa oficial de la XLVII Festa do Tinto do Salnés ubicada en la calle Bouza Martín recibieron, en el primer fin de semana del mes de junio, la visita de miles de personas con ganas de divertirse. Y vaya si lo hicieron! El tiempo, relativamente fresco, hizo que la gente se decantara por acudir en masa al certamen en vez de irse a las playas. Los asistentes pudieron deleitarse con las elaboraciones de las 15 bodegas familiares participantes en la edición de este año. En total fueron despachadas cerca de 20.000 botellas de vino tinto Barrantes. Estas botellas se despacharon al precio de 5 euros, aunque también había posibilidad de comprar un estuche de tres botellas al precio de 12 euros. Otro de los formatos disponibles para disfrutar de los caldos propuestos era a través de tazas, a un precio de 1,50 euros.

Tras cuatro días mágicos, durante los cuales recibió a miles de personas, Ribadumia cerraba una nueva Festa do Viño con muy buen sabor de boca.

El alcalde de la localidad, David Castro, aseguraba que esta cuadragésimo séptima edición de la fiesta sería histórica, entre otras cosas porque quizás sea la última antes de que los caldos tintos de Barrantes consigan, por fin, la tan ansiada legalización, un hecho que, en palabras del propio Castro, será "en un futuro más o menos próximo, ya que se están dando pasos para conseguir la legalización que tanto han pedido los cosecheros, los bodegueros, los hosteleros... Esta 47 edición será el principio de un buen fin".

Durante la celebración, a pesar de la multitud de personas que abarrotaron la zona, no hubo que lamentar ningún incidente, y la jornada transcurrió con total normalidad.