Mirador de Lobeira

Sanidad estival de tercera

Antonio Touriño

Antonio Touriño

Discutible es la buena voluntad del Sergas con el Hospital do Salnés pese a los esfuerzos por subrayar que este verano solo cerrarán una de cada diez camas, lo que en román paladino significa que mantendrán reabierta la planta tercera y, por ende, respetarán la intimidad de los pacientes sin zafarranchos para cambiar de habitación ni tengan que compartir sus intimidades quién sabe con cuantos vecinos.

Era hora de que entrasen en razón y que aunque disminuyan las patologías respiratorias en verano –lo que es un decir pues la COVID Omicron está ahí para contradecir las estadísticas–, los servicios que se prestan en un centro hospitalario siempre son ajustados a las necesidades de la demarcación, por no decir insuficientes.

En suma, presumir de que se va a cerrar una de cada diez camas en verano (con la posibilidad de reabrirlas en caso de guerra) parece como mínimo una provocación, en tanto que en verano la población de comarcas costeras como la de O Salnés se dispara de forma muy notable, como corrobora Orange en su exhaustivo seguimiento de los teléfonos móviles de todo el que se aproxima.¡Menudo control!

Por eso, si la vecindad se duplica en julio y agosto, pues quizás haya que repasar matrices, funciones y derivadas para hacer el cálculo de sábanas y mantas que hay que disponer para tapar a pacientes que sufran traumatismos, ictus, paros cardíacos,una insolación, ahogamiento, gastroenteritis, picaduras de mosquito tigre o cualquier otro diagnóstico estival que también merezca triaje.

Tampoco es mala idea lo de ir entrevistando sustitutos, máxime cuando ya solo quedan tres semanas para decidir si son los candidatos idóneos para las plazas de urgencias, medicina interna o especialidades ad hoc.

A lo mejor preferirían contratarlos dentro de un mes o dos. Total lo harán por horas o por días, o por fin de semana, o para cubrir festivos....

Y con todas esas ventajas y maravillas que el gerente Flores ha prometido antes de empezar la campaña, quizás habrá que recordarle que un año más la UCI móvil volverá para Sanxenxo mientras que la comarca vuelve a quedar desasistida en verano.

No hace falta tener mucha memoria para recordar que el año pasado hubo situaciones fatales imposibles de revertir porque la ambulancia estaba en Sanxenxo cuando un hombre iba en bicicleta por O Sixto y nadie llegó a tiempo.

Con tales situaciones dramáticas por delante no parece muy lógico expresar una soberbia tan contundente, pues poco o nada van a cambiar con respecto a años anteriores, máxime cuando siguen subrayando el déficit de médicos de Primaria, de pediatras y otras especialidades.

Sin duda, un problema estructural que merece un análisis mucho más en profundidad para que los vecinos de O Salnés y los visitantes no sufran las carencias de un sistema que está mal dotado en verano pero también en las demás estaciones del año.

Como muestra un botón: El Hospital de O Salnés sigue sin ofrecer puestos de diálisis para pacientes que un año más siguen peregrinando por insufribles corredoiras e infernales badenes para enchufarse a las máquinas del Hospital de Pontevedra.

¡Menos fiesta pues la sanidad de O Salnés es de tercera!

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