Una rescatada en el incendio de Procoarsa: “Al abrir la puerta entró todo el humo y no respiraba”

Jéssica Santórum es una de los cinco vecinos evacuados por las ventanas de uno de los edificios más altos de Vilagarcía debido al fuego declarado en el cuarto de contadores | El operario que trabajaba en el cuadro eléctrico sufre quemaduras en el cuello

María López

María López

El incendio declarado ayer a las doce del mediodía en el edificio de Procoarsa (número 2), en la parroquia vilagarciana de Sobradelo, movilizó a un amplio despliegue de efectivos y obligó a evacuar por las ventanas a cinco vecinos. La peor parte se la llevó el operario que para instalar un sistema pararrayos estaba trabajando en el cuadro eléctrico, donde se declaró el fuego, ya que sufrió quemaduras de primer y segundo grado en el cuello, según afirman fuentes sanitarias. Con todo, al igual que las otras cuatro personas atendidas por las ambulancias del 061, no fue necesario trasladarlo a un centro médico, ya que fue por su propio pie a la mutua. Es un hombre de origen valenciano de 56 años.

Un policía local lleva en brazos a la joven rescatada.

Un policía local lleva en brazos a la joven rescatada. / Noé Parga

Aunque las llamas solamente afectaron al cuarto de contadores (estancia de unos 30 metros cuadrados situada en un semisótano), la intensa humareda se propagó por casi todo el edificio, principalmente en las primeras alturas –tiene un total de once–; de ahí que fuese necesario rescatar a varias personas desde el exterior, ya que los ascensores no funcionaban –al estar cortado el suministro eléctrico– y las escaleras estaban repletas de humo.

Jéssica, por la ventana, justo antes de ser rescatada. |   // NOÉ PARGA

Bomberos y Policía Local durante el operativo. / Noé Parga

Jéssica Santórum, de 22 años y residente en una de las viviendas del primer piso, fue la primera vecina en ser rescatada, ya que su casa fue la más afectada. “Yo estaba estudiando en la habitación y escuché golpes abajo. Pensé que estarían reformando algo pero ya vi que había humo. En un principio me imaginé que era en mi casa y después ya me di cuenta de que era abajo. Cuando fui a abrir la puerta del piso entró todo el humo de golpe y no respiraba. Entonces me fui para la habitación del fondo con mi perro y pedí ayuda por la ventana”, relata la joven, todavía nerviosa y con el rostro ennegrecido por el humo.

El incendio movilizó a numerosos efectivos. |   // NOÉ PARGA

Jéssica Santórum, en el primer piso justo antes de ser rescatada. / Noé Parga

Los bomberos, sin escalera de brazo extensible

Los bomberos tuvieron que evacuar a Jéssica y a su mascota desplegando una escalera de mano, ya que la autoescalera del parque lleva meses estropeada. Cuando llegó a la avenida de Cambados el Servizo Municipal de Emerxencias de Vilagarcía los rescates pudieron continuar con el camión autoescalera. Así, los efectivos sacaron del segundo piso a un matrimonio de octogenarios que recibieron asistencia sanitaria en una de las dos ambulancias. Principalmente el hombre porque padecía EPOC.

Un octogenario con EPOC tras ser evacuado por la ventana para recibir atención sanitaria en la ambulancia.

Un octogenario con EPOC tras ser evacuado por la ventana para recibir atención sanitaria en la ambulancia. / Noé Parga

"Menos mal que esto no cogió a nadie en el ascensor"

Su mujer, intentándose reponer del susto mientras miraba desde la acera cómo se continuaba desarrollando el operativo (fue rescatado un segundo matrimonio del tercer piso), comentaba que los ojos le lloraban y la garganta le picaba debido al humo. “Menos mal que esto no cogió a nadie en el ascensor porque había un cartel que informaba que durante una hora no iba a funcionar.

Además de 061, Emerxencias y bomberos, en el operativo también participaron Policía Local, Nacional y Guardia Civil.

Gente mirando el operativo.

Gente mirando el operativo. / Noé Parga

Ningún realojo

La concejala de Servicios Sociales, Tania García, junto con la coordinadora y una trabajadora del departamento, se desplazaron al lugar para interesarse por los afectados y ofrecerles colaboración municipal. Afortunadamente no fue necesario realojar a nadie porque los inquilinos de la única vivienda inhabitable en estos momentos –la de Jéssica Santórum– “resolvieron la situación a través del seguro”, afirman desde el Concello. Todos los demás vecinos pudieron regresar a sus casas a las 15.30 horas. Por la tarde Fenosa estaba intentando devolver el suministro eléctrico al edificio.

La concejala de Servicios Sociales, Tania García; la coordinadora del departamento, Iria Camba, y una trabajadora.

La concejala de Servicios Sociales, Tania García; la coordinadora del departamento, Iria Camba, y una trabajadora. / Noé Parga

Ceo, un galgo asustadizo que se escapó al sacarlo en la escalera de mano hasta que fue recuperado en San Simón

Además de las cuatro personas que fueron rescatadas a través de las ventanas, los efectivos antiincendios también evacuaron a Ceo, un galgo adoptado por Jéssica Santórum. Pero cuando los bomberos lo estaban bajando por la escalera de mano, el perro saltó a la calle desde una altura considerable y huyó despavorido. De inmediato un agente medioambiental fue tras él y a los pocos minutos lo encontró en la rotonda de San Simón, prueba de la gran velocidad a la que corren los galgos.

“Tiene las almohadillas de las patas mal, pero ya está en el veterinario”, comenta la madre de Jéssica Santórum. También Lúa y Prima, dos gatas de una vecina de otro portal del edificio de Procoarsa, esperaban en una trasportín en la calle para regresar a su domicilio.

El edificio fue desalojado una vez que los niveles de dióxido de carbono en las zonas comunes fueron aceptables. Con todo, muchos vecinos decidieron permanecer en sus viviendas dado que no había ningún tipo de riesgo, ya que el fuego únicamente afectó al cuarto de contadores que, eso sí, quedó completamente calcinado.

Según el Concello, el humo solamente dañó de consideración una vivienda, si bien los bomberos añaden que hasta el tercer piso será necesario realizar labores de limpieza y pintado (aunque las viviendas sean habitables).

Desde el cuerpo antiincendios explican que la extinción se complicó un poco al principio debido a la dificultad para encontrar el cuadro eléctrico porque se ubica en un semisótano y el humo no permitía disponer de visibilidad.

El sargento de los bomberos que coordinó el dispositivo, hablando con los sanitarios de las ambulancias.

El sargento de los bomberos que coordinó el dispositivo, hablando con los sanitarios de las ambulancias. / Noé Parga

Suscríbete para seguir leyendo