Un vehículo del Concello aparca en una plaza para personas con movilidad reducida

Javier Tobío Rey es un vecino de A Torre de 33 años que en 2016 sufrió un ictus que le afectó al lado izquierdo de su cuerpo. “Me quedó más débil. Puedo caminar pero no mucha distancia”, explica. Este vilagarciano con un 68% de discapacidad denuncia las dificultades a las que se enfrenta cada día para aparcar en el centro de la ciudad. “Se eliminan las plazas reservadas para personas con movilidad reducida en las zonas peatonales pero no se trasladan a otro sitio. En la TIR se anulan cuando hay fiestas y las del mercado igual cuando hay mercadillo”, relata Javier Tobío.

Pero “la gota que colmó el vaso” –relata él mismo– se produjo el lunes cuando vio un vehículo del Concello estacionado en una plaza de minusválidos, concretamente en la calle de Eduardo Pondal, en el barrio de Os Duráns. “Me dio mucha impotencia porque ya hay poco sitio para aparcar y aún por encima que hagan estas cosas”, comenta indignado el vecino de A Torre.

Javier Tobío envió un escrito al Concello preguntando por las plazas de estacionamiento para personas con movilidad reducida. “Me contestaron que hay 300 en Vilagarcía, pero ni de broma”, cuestiona el ciudadano.

Las tarjetas

Los conductores o acompañantes que tienen derecho a ocupar las reservas de aparcamiento de color azul e identificadas con una silla de ruedas deben disponer de una tarjeta que les expide el Ayuntamiento y que se coloca en el parabrisas del vehículo para que sea visible.

No obstante no siempre es así, como por ejemplo ayer por la mañana, cuando un turismo estaba estacionado en una de las plazas reservadas a personas con movilidad reducida situadas frente a la Jefatura de la Policía Local sin la tarjeta identificativa.

Tobío no encontró aparcamiento en el centro y optó por meter el coche en el parking Xoán XXIII.

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