Un individuo vandaliza con pintura la Torre de Cálago

Se trata del emblema de Vilanova, incluida dentro del escudo del municipio y su construcción se remonta al siglo XII

Estado en el que quedó la Torre de Cálago después de las pintadas.

Estado en el que quedó la Torre de Cálago después de las pintadas. / Iñaki Abella

A. G.

Construida en el siglo XII como parte del monasterio que existía en ese lugar, la Torre de Cálago es uno de los emblemas del municipio de Vilanova de Arousa, formando parte de su escudo y coronando uno de los proyectos arqueológicos más importantes del municipio. Sin embargo, todo ese legado que guarda esta atalaya no siempre es respetado.

Un ejemplo de ello ocurrió en el día de ayer, cuando la Policía Local de Vilanova sorprendió a un joven haciendo pintadas en la base del campanario. A pesar de que los agentes intentaron coger al individuo, este consiguió huir, dejando atrás todos los elementos con los que estaba dañando un elemento patrimonial tan importante como es este.

El alcalde del municipio, Gonzalo Durán, cargaba ayer duramente contra este tipo de individuos, “cafres que no sé si por desconocimiento o por falta de cerebro dañan un bien patrimonial que, en este caso, es muy querido por todos los vilanoveses”.

El regidor garantizó que, en los próximos días, una de las brigadas de obras del Concello comenzará a trabajar en la retirada de la pintura y en eliminar lo que no duda en calificar de “salvajada”. Aunque va a resultar bastante complicado, Durán espera que se pueda dar con “este cafre para que tenga que pagar todo el daño que ha hecho”. Reconoce que “los cafres los hay en todos lados y, muy probablemente, el que ha hecho esto es un vecino de nuestro municipio”.

Una de las personas que mejor conoce la Torre de Cálago es la doctora vilanovesa en Historia da Arte Alicia Padín, que ayer mostraba su preocupación por este tipo de incidentes. Padín apela a que la única forma de que el pueblo “defienda su patrimonio es dándolo a conocer, porque aquello que no se conoce no se defiende y acaba sufriendo este tipo de agresiones sin ningún tipo de sentido”.

La Torre de Cálago es el único vestigio que queda del antiguo monasterio de San Cipriano, fundado por San Fructuoso en el siglo VIII. La torre, de planta cuadrada y sin ornamentaciones, fue construida con fines religiosos, pero también de defensa de las costas gallegas ante los ataques de los temidos normandos.

Todo el entorno de la Torre de Cálago es un gran yacimiento, ya que ahí se encuentra también el castro que dio origen a Vilanova de Arousa, un territorio que estuvo habitado durante más de mil años y en el que las excavaciones que se han realizado han arrojado desde la presencia de edificaciones castrexas, cerámicas romanas y hasta restos humanos de la etapa alto medival.

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