El tristemente famoso vertido de As Patiñas –a caballo entre Vilanova de Arousa y Cambados–, que parece haberse convertido en un foco permanente de amenaza para la ría, vuelve a ser noticia.
Y todo porque después de multitud de denuncias, expedientes e investigaciones abiertas, ayer se comprobó que sigue activo, para indignación de vecinos, mariscadores y visitantes.
Nuevas denuncias
Ciudadanos que pasaban por el lugar alertaban de que “del interior del un gran pozo de registro del alcantarillado salen aguas fecales sin cesar directamente a la ría”.
En realidad, nada nuevo en As Patiñas, ya que es el mismo tipo de vertido que se ha registrado y denunciado en multitud de ocasiones anteriores.
Lo más nuevo, en todo caso, es la creciente indignación ciudadana, ya que muchos creen que “la situación resulta más grave si se tiene en cuenta que sigue activo a pesar de ser un vertido conocido y localizado desde hace mucho tiempo, lo cual indica que alguien está actuando de forma negligente”.
Hay ciudadanos que incluso ponen en duda la calidad del marisco extraído del entorno de este lugar.
“Ayer –sábado para el lector– compré unas navajas y ahora me dicen que proceden de esta zona, por lo que ya no sé si comerlas o tirarlas”, denunciaba un vecino que paseaba por el lugar al observar la gran cantidad de líquido que salía del alcantarillado hacia el mar.
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Una mezcla de aguas fecales y pluviales de la que ya tienen conocimiento en el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil y que ha provocado que la clasificación microbiológica de la zona marisquera anexa empeorara y fuera modificada por la autoridades sanitarias, confirmando la difícil situación que atraviesa el lugar.
Banco marisquero
El cual no es solo un importante banco marisquero, sino también un punto estratégico para la captación de agua de una decena de empresas transformadoras y depuradoras.
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Lo cierto es que todo se complica en ese pozo de bombeo y su entorno cuando llueve con intensidad. Ya se indicaba el pasado mes de diciembre que los colectores del casco urbano de Vilanova de Arousa y de Rego de Alcalde habían arrojado de nuevo un notable volumen de aguas sucias en zonas de especial sensibilidad marisquera, como las de O Ariño y todo el entorno de As Patiñas y O Castelete.
En enero se añadía en FARO que depuradoras de moluscos, cocederos, conserveras y mariscadores sufren las consecuencias de ese vertido de fecales permanente.
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Lo consideran una “amenaza terrible” que padecen “desde hace mucho tiempo”, aunque las cosas parecen haberse complicado en los últimos meses, de ahí que alertaran de que la calidad del agua en la ría “empeora cada día”.
De ahí que el sector mar-industria pusiera el grito en el cielo para exigir soluciones urgentes a este viejo problema que “no solo nos perjudica a nosotros, sino al conjunto de los ciudadanos, pues este vertido afecta de manera alarmante a la salud de toda la ría de Arousa”, advierte la Asociación Gallega de Depuradores de Moluscos (Agade).