La "trucha de la pandemia" tiene buena pinta

Los ejemplares nacidos en pleno confinamiento alcanzan la madurez sexual

La campaña de pesca continental empieza bien

Los ríos salmoneros deben esperar

Manuel Méndez

Manuel Méndez

En ríos salmoneros como el Ulla, el Umia o el Verdugo no puede lanzarse la caña hasta el 1 de mayo, cuando además de salmón se pescará reo. En los demás, las incesantes lluvias han aumentado tanto el caudal que las dificultades para iniciar la temporada de pesca fluvial, ayer mismo, fueron enormes.

Más aún teniendo en cuenta la cantidad de maleza existente en los márgenes de numerosos cauces, el mal tiempo reinante y otras dificultades que, no cabe duda, han condicionado y limitado este arranque de temporada.

15 a 18 centímetros

Pero no lo han frenado ni deslucido, ya que algunos pescadores consultados hablan de importantes capturas de trucha y, lo más importante, confirman la presencia de numerosos ejemplares de entre 15 y 18 centímetros.

¿Qué quiere decir esto? Pues que esos ejemplares serán espectaculares dentro de cinco meses, e incluso puede que antes de que, el 31 de julio, se cierre la campaña.

Se trata de las “truchas de la pandemia”. Es decir, las nacidas en el año del confinamiento, beneficiadas por la menor actividad en los ríos y ahora alcanzando la madurez sexual, con lo que esto tiene de positivo para el futuro de la especie y de la pesca de río.

Un pescador muestra una de sus capturas.

Un pescador muestra una de sus capturas. / FdV

“Hay mucha trucha pequeña, y esa es muy buena señal”, garantizaban algunos de los consultados mientras mostraban como las devolvían al agua.

"Día de patos"

Los demás, consultados a lo largo de toda la mañana resumían la situación con frases o exclamaciones así: “Es un día de patos”; “hay menos pescadores de lo habitual”; “no pescamos cómodos, porque el agua está muy revuelta”; “os ríos están fóra de nai”; y “nos hemos encontrado cotos completamente embarrados”.

Lo cierto es que, como siempre en estos casos, todo depende de a quién se pregunte, por eso algunos pescadores hablan de un mal arranque de campaña y otros, la mayoría, se muestran optimistas y esperanzados.

Cucharilla mejor que miñoca

También los hay que aclaran que “la miñoca ha funcionado mal”, mientras que “la cucharilla ha estado muy bien”, aseguran los demás.

Fue una jornada de más cupos que capotes”, explican coloquialmente los más experimentados, refiriéndose a que fueron más los que alcanzaron los topes de captura permitidos que los que volvieron a casa de vacío.

Un pescador recogiendo su captura con ayuda de un truel.

Un pescador recogiendo su captura con ayuda de un truel. / FdV

La calidad de las aguas, derivada de las crecidas, fue otro aspecto apreciado y destacado de la jornada en algunos de los ríos y regatos empleados, tales como los arousanos Mosteiro y Armenteira, el Bea y el Asma (Lugo).

Al igual que lo fueron el Tambre (A Coruña) y uno de sus afluentes, el Barcala. Como el también coruñés río Lambre –desemboca en la ría de Betanzos–, el Xallas –que abastece al embalse de O Ézaro– y el Viñao (Ourense).

Los Ladrones

Junto a ellos el Rois y el Sar, el río de la Fraga –también llamado de Los Ladrones (Moaña)–, el galaico-portugués río Limia –en el coto de Ponte Liñares–, el Embalse da Fervenza –entre los municipios de Dumbría, Mazaricos, Vimianzo y Zas– y otros muchos lugares de pesca estrenados ayer.

Un pescador en plena faena.

Un pescador en plena faena. / FdV

Caudales por los que se movieron –dentro y fuera del agua– pescadores de toda Galicia. Muchos de ellos desplazados desde O Salnés y Ullán, puesto que con los ríos salmoneros cerrados, no han querido esperar y se han levantado a las cinco o seis de la mañana para desplazarse en coche hasta Ponte Maceiras, Chantada y demás zonas de pesca elegidas, por muy alejadas que estuvieran de la comarca.

Afluentes del Ulla y el Umia

La misma en la que, en cualquier caso, también se vieron pescadores –arousanos o llegados de otras latitudes– que aprovecharon los afluentes del Ulla y el Umia en los que sí se podía pescar ayer.

En definitiva, una jornada de emociones y expectativas que invita al optimismo, “con muchas truchas de 15 a 18 centímetros en todos los ríos”, insiste el arousano Miguel Piñeiro, uno de los pescadores más experimentados de Galicia.

Antes de añadir que “los grandes ríos tienen demasiada agua y los más modestos, así como los regatos y los embalses, dieron muchos cupos y muy buenas capturas”, incluso con truchas de medio kilo de peso.

Camilo Diéguez, los hermanos José y Jesús Ferreira, Javier Nogueira y Enrique López Refojos, integrantes de la Sociedad de Pesca Ponte Moamar, que preside Manuel López, son otros pescadores que ayer protagonizaron la jornada inaugural de la temporada de pesca fluvial.

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