Un gol en Valadares para la historia: "Le dije a mi compañero que iba a golpear directo y no pudo salir mejor”

El jugador bueense del Juventud de Cambados abrió el marcador nada más sacar de centro en el partido jugado en Vigo

El vigués Jacobo Millán, del Juventud Cambados, marca el gol más rápido de la historia del fútbol en Valladares

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El campo de A Gándara fue testigo en la tarde del pasado domingo de uno de los goles más rápidos en la historia del fútbol. Su autor fue Jacobo Millán, jugador del Juventud de Cambados, quien en el saque inicial del partido decidió golpear directamente a portería para sorprender a un adelantado Kevin Pereiro y, en menos de tres segundos, subir el 0-1 al marcador.

El protagonista de tal hazaña futbolística reconocía ayer que su osadía concluida con éxito fue el resultado de los “instintos del fútbol”. A sus 35 años y con una larga trayectoria a sus espaldas, sintió la llamada del gol en la primera acción del partido. “Se dieron las circunstancias y creí que podía salir bien. Le dije a mi compañero que iba a golpear directo y no pudo salir mejor”.

Jacobo Millán se siente muy a gusto en el Juventud de Cambados.

Jacobo Millán se siente muy a gusto en el Juventud de Cambados. / Gonzalo Núñez

Las reducidas dimensiones del campo de A Gándara y su superficie sintética, idónea para ese golpeo, fueron otros de los elementos que confluyeron para el atrevimiento del futbolista natural de Bueu. “Es un golpeo que en un campo más grande ni se me pasaría por la cabeza porque el portero acabaría riéndose de mí”.

Apenas dos segundos antes del pitido inicial fue cuando el jugador del Juventud de Cambados decidió intentar un gol apenas sin precedentes. “Vi el momento y la posibilidad. Sé que tengo un buen golpeo y me animé sin pensármelo demasiado. Nunca antes lo había intentado en un partido, pero los campos sintéticos en Preferente suelen ser más pequeños y todo se dio a favor”.

Jacobo Millán emulando el golpeo desde el saque de centro con traje y corbata.

Jacobo Millán emulando el golpeo desde el saque de centro con traje y corbata. / Gonzalo Núñez

A sus 35 años y en el camino de retorno tras una destacada carrera, Jacobo Millán compagina su afición por el fútbol con su trabajo como empleado de banca. Ayer mismo no tuvo reparo, vestido de traje y corbata, de intentar el mismo golpeo en el campo del Beluso, a solo un minuto de su propia casa. Todo ello en un día en el que las llamadas y mensajes fueron una constante en su teléfono después de un gol absolutamente extraordinario.

Sabedor de que su mejor momento como futbolista ya ha pasado, Jacobo Millán se tomaba tal revuelo con cierta hilaridad. Todo ello en una última fase de su carrera en la que reconoce que el fútbol ya no es su prioridad, pero sí que sigue siendo su válvula de escape y diversión frente a las diatribas de cualquier trabajador.

El jugador de Bueu en un partido en Burgáns.

El jugador de Bueu en un partido en Burgáns. / Iñaki Abella

Reconocía el mediapunta del Juventud de Cambados que “me encuentro bien físicamente, incluso creo que podría jugar en 3ª RFEF, pero el fútbol es para mí ahora una manera de seguir disfrutando de una manera no tan profesional como hace años. Me lo paso muy bien jugando y, la verdad, es que en Cambados me lo estoy pasando fenomenal”.

Desde sus inicios en el fútbol sénior en el Alondras, la trayectoria de Jacobo Millán fue al alza desde el primer momento que piso un campo de Tercera División. Con 24 años el Pontevedra llamó a su puerta y no lo dudó. Un primer año espectacular en Pasarón, con 12 tantos, le aupó una categoría para recalar en el Compostela en Segunda División B para volver al año siguiente a ascender con el equipo granate y completar un ciclo de tres temporadas allí. Somozas, Céltiga, Estudiantil de Santiago y Beluso fueron sus otras paradas hasta llegar el pasado verano a Burgáns. “La directiva me presentó un proyecto muy ilusionante y la verdad es que lo está siendo. Tenemos un gran grupo y es un placer coger el coche desde Bueu e ir a entrenar cada día a Cambados. Además, jugar en Burgáns, con el ambiente que hay y el campo tal y como está, es un espectáculo”, apuntó.

La buena marcha del equipo dirigido por Pénjamo es algo que no quiso pasar por alto el autor del gol más rápido que se recuerda. “Hay equipos más potentes en la Preferente Sur, pero llevamos una racha de ocho partidos sin perder y estamos haciendo las cosas muy bien. Aún nos quedan partidos contra rivales directos en la zona alta y a ver hasta donde podemos llegar. Vamos sin presión, pero con mucha ilusión. Estamos, entre todos, reflotando un club histórico que quiere seguir creciendo”.

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