Siete días por el desierto de Marruecos con un Fiat Panda

El cambadés Elías Barreiro y el vilagarciano Santiago Serantes parten hoy hacia una apasionante aventura para los aficionados al motor

Santiago Serantes y Elías Barreiro, ayer con su coche.

Santiago Serantes y Elías Barreiro, ayer con su coche. / Iñaki Abella

Hace tres años, el vilagarciano Santiago Serantes Barreiro y su primo Pedro Iglesias Barreiro participaron en el Panda Raid, una mítica prueba de navegación que discurre por el desierto de Marruecos. La experiencia les dejó un gran sabor de boca, tanto es así que uno de ellos se ha propuesto repetirla, y este mediodía saldrá con su Fiat Panda rumbo a Almería. Se trata de Santiago Serantes, y en esta ocasión le acompañará el cambadés Elías Barreiro García.

El Panda Raid es un rali para aficionados que se celebra desde hace más de 15 años. En su página web describen así la experiencia: “Un Panda, dos personas, separadas por escasos centímetros durante siete días, desafiando la ley del sentido común por los desiertos de Marruecos”. Santiago Serantes afirma que trajo muy buenos recuerdos de su participación de 2021, hasta el extremo de que es incapaz de explicar con palabras todo lo que sintió aquella semana. Elías Barreiro, por su parte, está deseando empezar la competición. “Lo que más me llama es la aventura y conocer Marruecos, que es un lugar al que tenía ganas de ir”.

El coche de Santiago Serantes y su primo Pedro Iglesias, en el raid de 2021

El coche de Santiago Serantes y su primo Pedro Iglesias, en el raid de 2021 / Cedida

Aunque el Panda Raid no es un paseo turístico. Cada día, durante una semana, los participantes deben completar etapas de entre 300 y 500 kilómetros. No se trata de correr, sino de saber orientarse en el desierto, ya que por la mañana recibirán un libro de ruta con unas indicaciones básicas de los lugares por los que tienen que pasar y dónde se encuentra la meta. Para lograr su objetivo no podrán utilizar el GPS. Sus únicas herramientas serán una brújula y su intuición. “Así fueron los inicios de las primeras expediciones y el auténtico concepto de los rally-raids”, explica la organización.

Condiciones muy duras durante una semana

El rali también les llevará por tramos muy técnicos en los que no queda más remedio que armarse de paciencia, ya que en su camino tendrán que cruzar extensos pedregales y lechos de ríos secos. Pasarán en cada jornada en torno a ocho o nueve horas dentro del coche. “Se puede hacer duro, porque son distancias muy largas, y posiblemente cada día se vaya haciendo un poco más costoso, por el cansancio acumulado”, opina Elías Barreiro.

“Te puedes perder en cualquier momento. Nosotros nos perdimos y la verdad es que en esos momentos se pasa mal”

Las comodidades de las que podrán disfrutar serán muy escasas. Por la mañana y la noche desayunarán y cenarán bajo una gran jaima dispuesta por la organización, pero a mediodía tendrán que comer junto al coche. Y por las noches dormirán en sacos, dentro de una tienda de campaña. Por el día, se abrasarán de calor en el Panda, expuestos a temperaturas que en marzo ya rondarán los 35 grados, y por las noches los termómetros se desploman hasta los cero grados. El mismo coche carece de casi todas las comodidades de los modelos modernos.

Aunque Santiago Serantes afirma, tras su experiencia de 2021, que lo más complicado es ser capaz de orientarse bien todo el tiempo. “Te puedes perder en cualquier momento. Nosotros nos perdimos y la verdad es que en esos momentos se pasa mal”.

Competirán en el mismo coche de hace tres años, un Fiat Panda de 2003 con tracción a dos ruedas. En 2021, Santiago Serantes y su primo Pedro Iglesias quedaron decimoterceros en la categoría de 4x2, pero en dos etapas fueron terceros en la clasificación general, superando a infinidad de vehículos con tracción a las cuatro ruedas. En aquella edición, recuerda Serantes, el coche sobrellevó bien el esfuerzo, y de hecho solo les rompieron dos amortiguadores traseros en todo el raid.

Santiago Serantes y primo, en 2021

Santiago Serantes y primo, en 2021. / Cedida

Será en este mismo Panda en el que inicien este mediodía su aventura. Irán hasta Almería, y allí tomarán un ferri con destino al puerto magrebí de Nador. En el raid, los dos arousanos se alternarán al volante, y competirán con 340 Pandas -tanto fabricados por Fiat como por Seat- y Seat Marbella llegados de media docena de países. Son los únicos modelos que se permiten en esta competición, y tienen que ser del año 2003 o anteriores.

“Las etapas tienen una línea de salida y una llegada, todo lo que ocurra en la mitad es una incertidumbre que se despejará en el campo de batalla”, explican desde el Panda Raid.

Finalizada la aventura, los participantes tomarán un nuevo ferri en Tánger y regresarán a la península por Algeciras. “Este tipo de viajes no serían posibles sin los patrocinadores”, apunta también Elías Barreiro. En 2021, su empresa fue una de las que echaron una mano a Santiago Serantes con su viaje. Ahora, él mismo y su compañero fueron de nuevo por las empresas, buscando apoyo, “y nos dieron muy buena acogida”. Lo que tienen ahora por delante es un viaje a los orígenes de las expediciones, una de esas aventuras que marcan de por vida.

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