El Plácido Castro menos conocido

El pazo de Torrado acoge hasta el 14 de abril la exposición más completa nunca realizada sobre la obra plástica del intelectual fallecido en Cambados en 1967

Una de las obras de Plácido Castro que forman parte de la exposición.

Una de las obras de Plácido Castro que forman parte de la exposición. / Iñaki Abella

A Plácido Castro se le conoce por múltiples facetas: la de traductor, la de periodista, la de político, la de profesor... Y en Cambados se muestra estos días a otro Plácido Castro, el artista plástico. El EsPazo Torrado acoge la exposición “As paisaxes de Plácido Castro. Debuxos e acuarelas dos seus paraísos e desterros”, que es la mayor muestra de la obra pictórica del intelectual jamás realizada.

La exposición está ordenada cronológicamente, y permite asomarse a los primeros dibujos que Plácido Castro realizó en plena Guerra Civil en Muxía,y a las acuarelas de paisajes y monumentos que pintó en Cambados, ya que colgaría los pinceles tras su marcha a Vigo, a mediados de la década de los 40.

El licenciado en Historia del Arte y profesor Xosé Carlos López Bernárdez estudió la obra plástica de Plácido Castro y la de sus contemporáneos con motivo de una de las conferencias anuales organizadas por la fundación que lleva el nombre del intelectual.

Bernárdez explica que Castro posiblemente abrazó la pintura durante su adolescencia, que pasó en buenos colegios privados de Escocia, y que no solo cultivó el arte sino que era un buen conocedor de lo que se hacía en su tiempo y gran amigo de artistas como Luis Seoane. En las tertulias del Derby de Vigo, durante su destierro, también compartió mesa en numerosas ocasiones con Urbano Lugrís, Laxeiro o Manuel Torres.

Un grupo de amigos visitan la exposición.

Un grupo de amigos visitan la exposición. / Iñaki Abella

López Bernández advierte de que, “Plácido Castro nunca mantuvo una práctica artística profesional, sin embargo, los dibujos y pinturas que a lo largo de toda su vida realizó son buena prueba de una activa curiosidad y respeto por la pintura, de un conocimiento notable del medio y son también un espejo de sus preocupaciones intelectuales”. En consecuencia, los espectadores que acudan a ver la muestra de Cambados podrán conocer no solo otra faceta de Castro del Río, sino también los trabajos rigurosos de un hombre que aprendió muy pronto las técnicas del arte y que las practicó con mimo hasta bien pasada la mediana edad.

La exposición del pazo de Torrado está organizada entre la fundación y la Concellería de Cultura, que dirige Liso González, y tiene también la particularidad de que es la más ambiciosa y completa que nunca se hizo sobre la obra plástica de Castro. La primera muestra fue a finales de los años 90, en el salón de plenos de Cambados, y era solo de acuarelas; la segunda se organizó diez años más tarde, en la sala Rivas Briones, de Vilagarcía, e incluía unos pocos grabados. En esta tercera hay acuarelas y grabados, pero también una buena muestra de dibujos.

También es la primera vez que se expone material documental relacionado con la producción artística del intelectual fallecido en Cambados en 1967. Así, el público podrá ver desde una carta remitida por Castro a Luis Seoane en 1949 -este último le había pedido ayuda para organizar una exposición en Londres-, hasta fragmentos de un pequeño cuaderno que hicieron a modo de despedida los intelectuales del Derby de Vigo, cuando Plácido Castro hizo las maletas rumbo a Londres.

En lo que respecta a las acuarelas que se exponen en Torrado hasta el 14 de abril, el público podrá ver cómo representó Cambados desde el monte da Pastora, que era uno de sus lugares preferidos para pintar, según explica su hija, y presidenta de la fundación, Susi Castro. También representó San Tomé, las monumentales líneas del pazo de Fefiñáns o la belleza romántica del cementerio de Santa Mariña Dozo, en el que está enterrado.

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