El escurridizo salesiano que abusó de 6 menores en Cambados y Valga lleva un año sin aparecer

La Audiencia le impuso 32 años de prisión / Solo estuvo en la cárcel 9 meses, como preventivo

El sacerdote Segundo Cousido durante el juicio celebrado en la Audiencia en verano de 2021.   | // FDV

El sacerdote Segundo Cousido durante el juicio celebrado en la Audiencia en verano de 2021. | // FDV / A.T.

Antonio Touriño

Antonio Touriño

Segundo Cousido Vieites, sacerdote salesiano natural de Cambados y condenado por la Audiencia de Pontevedra a 32 años de cárcel por abusar sexualmente de seis alumnos de 15 años en distintos campamentos, continúa fugado un año después de haber burlado la orden inmediata de prisión.

Durante todo este tiempo, nadie ha tenido constancia de su paradero por lo que continúan vigentes las órdenes, tanto nacional como internacional, de búsqueda y captura que dictó el tribunal pontevedrés cuando comprobó que había burlado la decisión cursada.

Y es que Segundo Cousido agotó todos los recursos habidos y por haber, para retrasar la entrada en la cárcel, y llegó a conseguir un último aplazamiento de tres días con la excusa de que quería despedirse de su madre antes de empezar a cumplir la pena.

Evita compromisos familiares

Esa fue precisamente la baza que le permitió esquivar la acción de la justicia a partir de aquel momento, pues desde aquella fecha ya no se le volvió a ver más; ni siquiera acudió al entierro y funeral de su hermano Víctor Manuel que falleció en Hamburgo (Alemania) a finales de agosto del pasado año.

El sacerdote salesiano fue condenado por abusar de seis alumnos que participaron en distintas actividades extraescolares a lo largo del año 2019, en concreto en la residencia de Castrelo (Cambados), en un albergue de peregrinos de Valga y en otro de Padrón, según explicaron en su día las víctimas.

Hechos de 2019

Todos ellos coincidieron al señalar que Segundo Cousido les realizaba tocamientos cuando creía que estaban dormidos, después de una larga jornada de excursión.

Se trataba del profesor encargado de vigilar a los chavales por la noche, una encomienda que sobrepasó con creces, tanto que el Ministerio Fiscal llegó a solicitar en su escrito de acusación sesenta y un años y medio de prisión por seis delitos de abuso sexual a menores.

Finalmente, la Audiencia de Pontevedra rebajó a 32 años y medio la pena impuesta, además de requerirle una indemnización de 76.000 euros por los daños morales causados a sus víctimas. La sentencia también establece la prohibición de que el salesiano ejerza oficio alguno relacionado con menores durante 31 años; así como otros 36 años de libertad vigilada.

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