Las cofradías temen más mortandad de marisco por las riadas y los desembalses

El sector está preocupado por la cantidad de lluvia de los últimos días y el pronóstico de que llegarán más borrascas esta semana

Imagen de archivo de un mariscador separando marisco muerto tras una riada.

Imagen de archivo de un mariscador separando marisco muerto tras una riada. / Iñaki Abella

Tras un otoño y un principio de invierno fatídicos para el sector marisquero debido a la mortandad que ocasionó el exceso de lluvia, en las Cofradías siguen con gran preocupación la evolución de la presente borrasca. Las previsiones meteorológicas para esta semana apuntan a que seguirá lloviendo de forma regular, y temen que las empresas que gestionan los embalses alivien su capacidad sin tener en cuenta las mareas. “Si sigue lloviendo mucho y abren los embalses cuando no deben, acaban de rematarnos”, afirmó ayer Miguel Ángel Iglesias, patrón mayor de Rianxo. Por ello, ha vuelto a pedir que la Plataforma en Defensa da Ría de Arousa esté presente en las comisiones en las que se decide cómo y cuándo se alivia el exceso de caudal en los pantanos.

El último boletín hidrológico publicado por la Xunta de Galicia es del 19 de febrero, por lo que los datos de ocupación de los embalses no están actualizados tras las copiosas lluvias de las últimas jornadas. Pero ya entonces las cifras de ocupación eran muy elevadas. El de O Con, en Vilagarcía, superaba el 90 por ciento de ocupación, mientras que el de Portodemouros (río Ulla) superaba el 84 por ciento. Era menor el volumen embalsado en Caldas (algo menos de un 60 por ciento). Pero con estos registros, es de esperar que las empresas que gestionan las presas dejen salir algo de agua. Y esto preocupa al sector.

José Manuel Rosas, que es el presidente de la Federación de Confrarías de la provincia de Pontevedra, ha vuelto a pedir que, “antes de hacer un desembalse se deben consultar las mareas”, para evitar que este se produzca con marea baja. “El exceso de agua dulce con marea baja hace mucho daño”.

Numerosas concesiones marisqueras sufrieron mortandades muy elevadas -en algunos casos, por encima del 80 por ciento- este otoño, y en los pósitos achacan parte de la responsabilidad al exceso de agua dulce, que se debería tanto a que ha llovido mucho más de lo habitual como al caudal liberado por seguridad por los embalses.

Miguel Iglesias plantea a mayores que la salida de los fangos que hay en las presas son muy nocivos. “Allí donde se depositan esos lodos, muere todo”. Por ello, Iglesias insistió en solicitar que la Plataforma en Defensa da Ría de Arousa (PDRA) esté en la comisión de desembalse, “en representación de todas las cofradías”.

Para los mariscadores llueve sobre mojado, hasta el extremo de que más de una decena de pósitos de la provincia de Pontevedra y del margen norte de la ría de Arousa han solicitado o bien el cese de actividad en los bancos marisqueros de a pie o bien el paro biológico, que se financia con los fondos europeos para la pesca (Fempa).

La Xunta concedió ayudas de 550 euros a las mariscadoras que entre octubre y noviembre ingresaron menos de 3.000 euros brutos.

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