La pesadilla que no termina para una cambadesa

La asociación Esmar denuncia que una mujer sufre el acoso de un vecino ya condenado en 2023

La víctima, en la oficina de Esmar.

La víctima, en la oficina de Esmar. / Cedida

A.M.

La asociación Esmar, de apoyo a víctimas de violencia de género, denunció ayer la situación de una vecina de Corvillón (Cambados), que según ella está sufriendo acoso por parte de un vecino, pese a que tiene una condena anterior, “por lesiones hacia ella y familiares cercanos, entre ellos una persona con discapacidad”, sostiene la asociación en un comunicado.

La mujer acudió el lunes a la oficina de Esmar para solicitar ayuda. “La víctima se encuentra en un estado de nerviosismo y ansiedad constante, no solo por ella sino por sus familiares y amigos ya que su pariente con discapacidad también cuenta con las amenazas del sujeto y no puede salir de casa”, indican desde el colectivo.

La cambadesa y Esmar afirman que el hombre fue condenado el pasado año al pago de una multa de 400 euros, y que se le impuso una orden de alejamiento de 250 metros y la prohibición de comunicarse con ella por cualquier medio. Pero según el colectivo, no cumple estas medidas.

El hombre fue condenado al pago de una multa de 400 euros y a una orden de alejamiento de 250 metros

“El acusado persigue a la víctima diariamente a todos los sitios a los que ella se dirige insultándola y amenazándola de fuerte gestualmente”, afirman en su comunicado. “Se pasea por delante de la víctima incumpliendo la orden de alejamiento haciéndole gestos violentos, incluso amenazándola de muerte, frecuenta la cafetería a la que va la víctima mostrando una actitud desafiante, altiva y amenazante incluso en compañía de los abogados”.

Según el colectivo, el hombre llegó a rajar las ruedas del coche de unos amigos de la mujer que habían ayudado a esta.

Por ello, Esmar insta a las autoridades a ser mucho más estrictas cuando se producen estos presuntos casos de quebrantamiento de condena, e instan a Juzgado a ser mucho más ágil en la tramitación, pues afirman que la cambadesa, “sigue sufriendo las consecuencias de la conducta de su acosador”.

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