Los petroglifos de Xiabre esconden más de 4.000 años de historia
La restauradora utilizó instrumentos de madera para no dañar las rocas | La ruta empieza cerca del merendero de Fontefría | El Concello de Vilagarcía organizará visitas guiadas
Todos los petroglifos están señalizados. / Iñaki Abella
Vilagarcía incorpora una nueva ruta a su oferta turística. Se trata de un itinerario histórico-patrimonial en el monte Xiabre, concretamente 18 petroglifos que superan los 4.000 años de antigüedad (en la inmensa mayoría de los casos, salvo Sobreiras 2, que tiene cruces y letras, por lo que “parece más reciente”).
El alcalde, Alberto Varela, acompañado de los concejales de Turismo, Álvaro Carou, y de Patrimonio, Paola María, visitó ayer el yacimiento, cuya recuperación supuso una inversión de 17.000 euros por parte del Concello.
Panel principal desde el que parte el itinerario cuesta arriba. | // I. ABELLA / María López
La restauradora Iria López (que ya se encargó de otros proyectos municipales como los leones de Ravella, la fuente de Castroagudín, la retirada de la cruz falangista de la Parroquial, ...) explica que los trabajos consistieron en primer lugar en desbrozar los caminos de acceso a los petroglifos, además de limpiar las 18 rocas de forma manual, con un cuidado extremo para retirar los líquenes sin causar daños. Para ello se utilizaron instrumentos de madera como espátulas y palos.
En cuanto a la señalización, se instalaron siete paneles que incluyen información en gallego e inglés. Además, también están disponibles unas audioguías para escuchar durante el recorrido. En este sentido, el gobierno local anunció ayer que la siguiente fase para promocionar y poner en valor los petroglifos de Xiabre será organizar visitas guiadas.
Bienes de interés cultural
La restauradora reconoció que los incendios forestales de 2022 afectaron a las rocas, provocando restos de desplacamientos y oscureciendo algunas. “El fuego es lo que más daño puede hacer a los petroglifos”, advirtió Iria López, que hizo un llamamiento a la ciudadanía para conservar en buen estado este yacimiento.
"Los incendios son lo que más daño pueden hacer a los petroglifos"
Las normas
Los carteles son muy claros. Los petroglifos no se pueden pintar ni rayar, tampoco con tiza. Está prohibido pasar con motos o bicicletas por encima o entre ellos y no se pueden efectuar obras, destierres o movimientos de tierras en las inmediaciones del yacimiento, incluida la tala de árboles. Las limpiezas deben ser manuales y controladas por personas tituladas en arqueología.
Todos los grabados están considerados Bienes de Interés Cultural (BIC) y por tanto reciben la máxima protección de la Lei de Patrimonio Cultural de Galicia.
El alcalde Varela y los concejales Álvaro Carou y Paola María visitaron ayer el conjunto. | // IÑAKI AB ELLA / María López
Por su parte, el alcalde animó especialmente a los vilagarcianos a visitar los petroglifos para “conocer nuestra historia y patrimonio cultural”, para “ayudarnos a interpretar lo nuestro” en este “entorno natural privilegiado”.
Y es que los petroglifos se encuentran a más de 600 metros de altitud, muy cerca del merendero de Fontefría. Desde allí uno puede disfrutar de unas vistas espectaculares.
Varela recordó que además de esta ruta, anteriormente ya se recuperaron otras como la de Os Ballotes en Bamio o la fuente de Castroagudín y el lavadero de Vilaxoán también en el ámbito patrimonial.
Los expertos recomiendan a los vilagarcianos y a los turistas que para ver con mayor claridad los petroglifos de Xiabre acudan al monte en las primeras horas del día, al amanecer, o bien en el ocaso, “cuando los rayos de sol caen declinando sobre el soporte, acentuando la sombra del grabado”. Y es que se trata de inscripciones milimétricas en las rocas, algunas de ellas formas geométricas.
El yacimiento se encuentra en terrenos de la comunidad de montes de Cea. El panel principal está ubicado en la carretera de subida a Xiabre, muy cerca del merendero de Fontefría, adonde uno puede llegar desde el acceso por San José y Guillán o bien por O Pousadoiro.
A partir de ahí el visitante debe subir por caminos de tierra para ir descubriendo cada petroglifo. En total, el conjunto está formado por dieciocho rocas que fueron restauradas con sumo cuidado para conservar los grabados esculpidos en ellas.
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