La jueza absuelve a un edil del gobierno de Ribadumia de amenazas a otro concejal

La magistrada de Cambados concluye que no hay pruebas suficientes para vulnerar la presunción de inocencia | Oubiña afirma que Castro le dijo que le sobraban los dientes

Miguel Castro, en el centro, en un pleno de Ribadumia. |  // IÑAKI ABELLA

Miguel Castro, en el centro, en un pleno de Ribadumia. | // IÑAKI ABELLA / A.Martínez

El concejal del grupo de gobierno de Ribadumia, Miguel Castro Chaves, ha sido absuelto en el juicio que le enfrentó al exedil de Somos, José Enrique Oubiña Lago, por presuntas amenazas. La magistrada titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de Cambados, Luz María Fernández de Landa Ponte, ha considerado que no hay pruebas de cargo suficientes como para condenar a Miguel Castro y vulnerar la presunción de inocencia.

Los hechos que motivaron la denuncia y posterior juicio sucedieron según Oubiña Lago sobre las 8.25 horas del 30 de noviembre de 2022. En ese momento, el denunciante era concejal de Somos Ribadumia, en la oposición; y Castro formaba parte del gobierno municipal de Independientes. La relación política entre las dos formaciones era muy tensa. En el mandato anterior (de 2015 a 2019) habían sido socios de gobierno, pero en 2019 los independientes lograron mayoría absoluta y las relaciones se rompieron.

Según Oubiña, él estaba leyendo el periódico y desayunando en una cafetería de Barrantes cuando Castro se le acercó y le dijo que le sobraban todos los dientes, que no hablase más de él y que le iba a sacar los dientes de la boca. Añade Enrique Oubiña que sobre las 11.30 horas acudió al cuartel de la Guardia Civil de Cambados a denunciar los hechos, que en sede judicial serían clasificados como un presunto delito leve de amenazas.

El asunto iba a juzgarse el 6 de febrero pasado, pero hubo que suspender la vista debido a la huelga de los Letrados de la Administración de Justicia. Se señaló una nueva fecha para el 8 de mayo, pero ese día también fue necesario aplazar el juicio por una enfermedad del denunciado.

Así, se trasladó la vista finalmente para el 2 de noviembre. La sentencia se dio a conocer ayer. La magistrada ha ordenado la absolución de Castro -que sigue siendo concejal del gobierno de Ribadumia, solo que ahora del Partido Popular-, pues ha llegado a la conclusión de que, “no existe actividad probatoria suficiente como para deducir que el denunciado es el autor de la conducta objeto del procedimiento”.

Miguel Castro negó los hechos. En su declaración en el Juzgado sostuvo que ese día se marchó de la cafetería sobre las 8.15 horas, y que no recordaba si ese día había coincidido con Enrique Oubiña. En todo caso, negó categóricamente haberlo amenazado. Precisó que sus relaciones eran muy malas, hasta el extremo de que si le veía le evitaba.

Enrique Oubiña, por su parte, dijo en el juicio que no creyó las amenazas, y añadió que no había testigos de los hechos. Tras conocer ambas versiones, la magistrada consideró que las supuestas expresiones de Castro, “no son en sí mismas constitutivas del delito leve de amenazas al no concurrir el anuncio de un mal serio, real y perseverante ya que incluso el denunciante manifestó en el juicio que no se las creyó”. Por ello, la juez estima que, “hay dudas más que razonables, no existiendo prueba de cargo suficiente”.

En todo caso, la resolución no es firme, y cabe recurso contra ella ante la Audiencia de Pontevedra.

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