“Paco & Lola” presenta la primera añada internacional de "vinhos verdes"

En torno a 230 personas se daban cita ayer en el “XIV xantar de convivencia” la Cooperativa Vitivinícola Arousana, representada por su firma Paco & Lola, y que se celebraba en un restaurante cambadés. Fue un almuerzo que congregaba a socios cooperativistas, trabajadores de la firma, y como invitados, representantes de los gobiernos locales de los concellos de Ribadumia, Cambados y Meaño, de la Consellería de Medio Rural, de la Diputación de Pontevedra, AGACA, de la cooperativa Martín Códax y de las fundaciones Rosalía de Castro y Manolo Paz. Todos ellos compartieron mesa y mantel para poner fin a la vendimia de 2023, en un almuerzo regado exclusivamente con vinos de la firma.

En el turno de los discursos, Carlos Carrión, presidente de Vitivinícola Arousana -la cooperativa más grande en socios de la D.O. Rías Baixas- subrayaba que “está siendo un año con dificultades e incertidumbres en el plano económico, por el contexto geopolítico, con guerras, inflación y decisiones que se toman en lugares lejos de aquí, como son Frankfurt, Londres o Washington, donde los bancos centrales deciden sobre el tipo de interés, y eso condiciona la capacidad de detraer dinero de los bolsillos o poder adquisitivo de nuestros clientes”. Aun así, Carrión Álvarez, con 16 años al frente de la cooperativa, ponía su punto positivo, precisando que “pese a ello, el contexto de este año está mejor que las previsiones realizadas”.

Uva loureira y albariña

Carlos Carrión resaltó que Paco & Lola también dio los primeros pasos en la elaboración de vinos a nivel internacional “como fue con la producción de un vinho verde en Portugal con la variedad de uva loureiro y alvarinho”.

Todo ello sin descuidar la apuesta ya realizada hace unos años por los “vinos de guarda”, esto es, los que tiene su tiempo de crianza en barrica, como son sus caldos Vintage, Heritage o el espumoso Brut, en la línea de lo que marca el recientemente presentado Plan Director de la D.O. Rías Baixas, que apunta a que 2030 se duplique el valor de los vinos de la DO, lo que implicará alcanzar los 320 millones de euros.

No faltó en el acto y en las palabras del presidente el agradecimiento al trabajo diario para cooperativistas y trabajadores, una de las claves del éxito de la firma. La Cooperativa Vitivinícola Arousana fue la última de las grandes en nacer.

Lo hizo en 2005 y cuenta hoy 420 familias viticultoras que suman más de 250 hectáreas de viñedo, fragmentadas en 2.200 parcelas, por lo que garantizan la variedad.

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