La caza menor arranca con muchas dudas

“Pólvora mojada en el arranque de la temporada de caza” y “Sin patos y con pocos conejos y faisanes, en un día sin rastros debido a la lluvia, el viento y la niebla”.

Son el titular y el subtítulo que empleaba FARO DE VIGO el 17 de octubre de 2022 para referirse a lo que había sucedido en la comarca el día anterior, con motivo del comienzo de la temporada de caza menor.

Pues bien, esas mismas reflexiones y palabras sirven perfectamente para referirse a lo sucedido ayer, cuando comenzaba la nueva temporada y tanto los tiradores como los perros tuvieron enormes dificultades para encontrar y seguir rastros.

Un calco de lo de 2022

Fue prácticamente un calco de lo ocurrido un año antes –quizás peor que entonces–, incluso en lo referido a la localización de algún que otro cazador furtivo.

Con menos escopetas en el monte de las que se esperaban, también debido al mal tiempo, los tiradores de O Salnés y Ullán se dejaron ver por Castrove, Xiabre, Fontebecha y otros montes arousanos de los que algunos se fueron de vacío.

Otros, como Juan José Millán y dos compañeros de fatigas también llamados Juan, e igualmente vecinos de Armenteira (Meis), tuvieron mejor suerte (o puntería) y dieron caza a media docena de conejos a lo largo de la mañana.

Pólvora mojada en el arranque de la temporada de caza

Por la tarde volvían a la faena con la esperanza de mejorar esos resultados y convencidos de que “a pesar de que las condiciones meteorológicas ayudan, dado que es casi imposible seguir los rastros, parece que estamos ante una temporada prometedora”.

Corazón do Salnés

Algo en lo que coincidían los cazadores agrupados en Corazón do Salnés, con sede en Meaño, donde a media tarde hablaba de una jornada inaugural “bastante positiva”. Tanto que alguno de esos tiradores levantó hasta una decena de conejos.

Pero, como suele suceder en estos casos, no todas las escopetas opinan lo mismo, de ahí que otros pronostiquen una “mala campaña”, y que algunos lamenten, sobre todo, “la escasez de faisanes y patos” o la “elevada mortandad de conejos”.

Entre los que consideran que “esto pinta muy mal” se encuentra Manuel Martínez Casal, del Tecor de Portas, quien ayer acudía los montes de esa localidad, Meis y Valga.

"El problema es la escasez"

“Hay poca caza y con esta lluvia es todavía peor”, indicaba a eso de las dos de la tarde. “Pero no podemos culpar al tiempo, dado que el problema de fondo es la escasez de presas”, lamentaba.

Cabe recordar el período hábil de caza iniciado ayer se extiende hasta el 6 de enero, permitiéndose esta actividad con carácter general los jueves, domingos y festivos, tanto de carácter estatal como autonómico.

Especies permitidas

Es una práctica autorizada desde una hora antes de la salida del sol hasta una hora después del atardecer, que tiene entre sus especies objetivo, además del conejo, a aves como el ánade real, la perdiz roja, faisán común, paloma torcaz, paloma zurita y codorniz.

La temporada de caza alza el vuelo

También se regulan condiciones especiales de caza de la becada, sorda, arcea o gallineta, así como de la agachadiza común y la liebre.

Sea cual sea la especie, “en la práctica de la caza menor en los terrenos de aprovechamiento cinegético común no se podrán usar más de 4 perros por cazador; en el caso de los grupos, que no podrán estar conformados por más de 6 personas, el máximo de perros será de 12”, explican en la Xunta.

Zonas prohibidas

Lógicamente, está prohibida la caza en zonas protegidas como el Parque Nacional de las Islas Atlánticas de Galicia y en las aguas marinas, islotes y zona litoral de dominio público y zona marítima del Complejo Intermareal Umia-O Grove-A Lanzada-Lagoa Bodeira-Punta Carreirón que figuran bajo el paraguas del convenio de Ramsar para humedales.

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