Vinos "muy buenos", de alta graduación, acidez media y sabores afrutados en Rías Baixas

Fue un año especialmente seco, pero las lluvias que llegaron en plena vendimia recompusieron la uva ESe recogieron 41 millones de kilos ETiene graduación alta

Presentación de la Añada 2022 de la D.O. Rías Baixas en Madrid. |   // FARO

Presentación de la Añada 2022 de la D.O. Rías Baixas en Madrid. | // FARO / REDACCIÓN

R.A.

La Añada de 2022 de la la Denominación de Orixe (D.O.) Rías Baixas ha recibido la calificación de “muy buena” en el último Consello Regulador presidido por Isidoro Serantes quien lo reveló durante un túnel del vino celebrado en Madrid.

La buena puntuación concedida se determinó en el pleno del martes, 27 de junio,siguiendo los criterios marcados por una política de exigencia en el que se han tenido en cuenta “tanto las valoraciones del panel de catadores del propio Consello como los análisis físico-químicos de las muestras que se comercializan recogidos en el informe del órgano de control y certificación”, añadió el secretario general del ente regulador Ramón Huidobro.

17,5 millones de litros

El vino certificado en esta D.O., hasta el 31 de mayo de 2023, suma un volumen de 17.450.144 litros, lo que representa casi el 62% del total de la cosecha, que fue de 28.238.349 litros. Además, el informe técnico incluye también datos relativos al ciclo vegetativo de la uva en 2022, en concreto por medio de 817 muestras pertenecientes a 139 bodegas.

En este informe se ponen de manifiesto las cualidades de la uva recogida que han dado un vino de “intensidad media-alta con aromas complejos de frutas, especialmente de pepita, acidez integrada, equilibrados y con estructura media”.

Aumenta la graduación

Añaden que la añada “se caracteriza por unos vinos con mayor graduación, estructura, más aromáticos y maduros en boca, donde predominan las frutas con pepita”.

El informe en concreto revela que al analizar la fase olfativa de los vinos de Rías Baixas del pasado año se observa que son: “vinos de intensidad media-alta; muy francos; aromas complejos de frutas, flores y sutiles aromas verdes, predominando la fruta de pepita y notas más maduras”.

En cuanto a las conclusiones de la fase gustativa, los expertos subrayan cualidades como: “acidez media bien equilibrada; con estructura media pero larga; proveniente de una añada más cálida con complejos aromas frutales en retronasal”, con lo que se consigue convencer a cualquier persona que tenga ocasión de degustarlo.

Un buen verano

Asimismo en el informe se explica que el ciclo vegetativo se caracterizó por un invierno cálido y seco que permitió que en marzo se iniciara una buena tasa de brotación y homogénea, además de con una fertilidad media-alta.

Por su parte, explican, al resultar la primavera cálida y seca se consiguió una buena floración con una incidencia mínima de mermas, especialmente al no estar afectadas por enfermedades.

Respecto del verano, en el Consello Regulador se subraya que aunque fue seco y cálido en julio y agosto, “al llegar la vendimia se presentaron unas lluvias que permitieron mejorar la calidad de la uva en el mes de septiembre”. Así, recuerdan, “los racimos entraron en las bodegas con un perfecto estado sanitario y un buen nivel de calidad”.

Pero además, resaltan se alcanzó casi un récord al certificarse la entrada de 40.904.676 kilos en una vendimia muy “tranquila”.

Por otra parte, el Consello Regulador de la Denominación de Origen Rías Baixas celebró ayer jueves, 29 de junio, una cata degustación de la citada Añada con participación de 79 marcas de vino pertenecientes a 44 bodegas de las distintas subzonas de las comarcas productoras.

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