Entrevista | Bernardo Pajares Duro Tiktoker del Museo del Prado

El vilagarciano que triunfa con el TikTok del Prado: "No inventamos nada, solo lo contamos para que lo entienda todo el mundo"

Junto a Javier Sáinz, ha revolucionado la forma de comunicar del museo madrileño en esta red social

Javier Sainz y Bernardo Pajares (der.) con los premios.

Javier Sainz y Bernardo Pajares (der.) con los premios. / THE WEBBY AWARDS

Adrián Godar

Recién llegado de Nueva York, Bernardo Pajares Duro (Vilagarcía de Arousa, 1983) es un hombre feliz. Junto a Javier Sáinz han logrado acercar el Museo del Prado a todos los públicos con un contenido en TikTok que ha propiciado que los jóvenes se interesen por la cultura y romper el estigma de elitismo.

Con vídeos con un tono desenfadado y divulgativo en la herramienta digital, su trabajo ha cristalizado en el galardón Webby por el que se ha reconocido su labor a la hora de mostrar el arte. En diciembre, también se alzaron con el premio TikTok a la mejor iniciativa del Mundo del Arte y Cultura. Un reconocimiento que refuerza su labor.

–¿Cómo termina un vilagarciano en el Museo del Prado?

– Estaba dando clases de teatro a niños y adolescentes en los colegios y, a la vez, me estaba formando en Filología Inglesa. Tenía un compañero en actividades extraescolares que me habló de que hacían falta vigilantes en el Museo del Prado y que abrían una convocatoria para opositar. Me presenté, aprobé el examen, pero no conseguí la plaza fija, ya que no tenía puntos al no haber trabajado en un museo. Una tarde me llamaron desde allí para entrar como auxiliar de servicios generales en una exposición por la apertura del museo. Acepté para estar esos seis meses y estuve nueve años. Conseguí la plaza fija y como tenia formación en comunicación y un máster en radio me propusieron ayudar en las redes sociales y hasta ahora.

– ¿Qué ha aprendido de su vida en Bamio tras estos años?

– Son mis raíces, está toda mi familia y los recuerdos de mi abuela. Ahí está todo lo que aprendí de pequeño. Mi padre era mecánico y mi madre mariscadora, son muy humildes. Ellos me enseñaron a esforzarme para conseguir lo que pudiera en la vida y para tener un trabajo. Ella siempre me decía que si quería estudiar que lo hiciera y si no que fuera a la huerta que allí siempre había trabajo. Crecí bajo la cultura del esfuerzo y respetando a los demás, uno solo no hace y es algo que veo en el museo todos los días. El contenido que hacemos no es solo que Javier (mi compañero) o yo pongamos un móvil a grabar o locutemos un guion escrito. Si no tenemos a los conservadores que han estudiado en profundidad las obras del museo o las restauradoras, no serviría para nada.

– Recientemente lograron alzarse con el premio a la mejor iniciativa del mundo del arte y cultura de los “Webby Awards” por su contenido en TikTok, ¿Que ha supuesto para vuestra labor?

–Mucha alegría. Es el reconocimiento al trabajo muy del día a día, de fondo. Con unos medios muy humildes (que cualquiera pueda tener a su alcance) se nos valora el trabajo a todo el equipo del Museo del Prado. También se premia el buscar maneras de contar las obras de una manera sencilla. No estamos inventando nada, solo lo contamos de una manera que todo el mundo pueda entender y pasárselo bien aprendiendo; entendiendo, por ejemplo, que las Meninas son dos y no tres, ya que la protagonista del cuadro es la infanta Margarita.

– ¿Se siente presión por llevar el contenido audiovisual de un museo tan importante?

–Es verdad que siempre tienes un poco de presión de haber llegado hasta aquí, rozamos el medio millón de seguidores y algo de presión sí que tenemos. Estamos explorando qué es lo que interesa más a la gente y cuando nos dan un premio como el Webby o el de TikTok que ganamos en diciembre, te suma una presión extra ante la mirada de mucha gente. Vamos a seguir con nuestro estilo, que es contar historias del museo. Siempre hay alguien que tiene algo que contar internamente.

–¿Es complejo adaptar un contenido cultural a una plataforma como TikTok?

–Al principio pensaba que sí. Cuando me llamó Javier con la creación de la cuenta de Tik Tok me sorprendió. Me dijo que no íbamos a bailar, vamos a ser el Museo del Prado y adaptándonos a todos los públicos enfocado a la gente joven. Empezamos a contar el búcaro de las Meninas, la pincelada de Goya en el minuto de oro de la red social. Algunas publicaciones han superado el millón de visualizaciones. Todos los compañeros aportan y estamos a gusto. Ese ambiente que existe traspasa las pantallas,

–Uno de estos éxitos ha sido acercar el Museo del Prado a todos los públicos y romper con la etiqueta de elitista.

–Puede ser que veníamos un poco de eso. Mis padres me vinieron a ver y me preguntaron si lo entenderían. Con ellos aprendí también como contárselo a la gente. En general, es voluntad del museo acercarse a todo el público.

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– Compagina su labor en el Museo del Prado con su programa de podcast “Arte Compacto” junto a Juanra Sanz. ¿Es complejo enganchar a los jóvenes a la cultura?

–Pienso que no. Creo que los jóvenes funcionan como los de nuestra generación, si les cuentas algo de manera apasionada y con compromiso, lo aprecian. Tenemos un compromiso auténtico con la historia del arte y con las historias con las que más nos identificamos. Hablamos de Velázquez, de Goya, o Andy Warhol. Durante la pandemia recibimos muchos mensajes de parejas homosexuales que nos escuchaban desde su perspectiva y que nos felicitaban, ya que se narraba anteriormente de una manera más acartonada. Lo difícil es sacar el tiempo libre.

– ¿Es necesario en este momento desmarcarse de los contenidos serios y recurrir más a un infoentretenimiento o un contenido desenfadado?

–Si tú cuentas, por ejemplo, “La libertad guiando al pueblo” de Delacroix y solo cuentas las características técnicas, muy bien. Si mencionas a Rigoberta Bandini y hablas de que “Ay Mamá”tiene que ver con la obra y encima puedes poner la canción y ser tú mismo sin nadie pautándote, mejor.

–¿Qué futuro le espera al podcast tras tantos cambios?

–En España hemos tardado más en que llegara. Desde hace años muchas plataformas y medios potentes están apostando y en España ya han llegado todos. Es un momento en el que todo el mundo tiene un podcast. No creo que decaiga, es la nueva radio. Escucho mucho audio ya sea en WhatsApp, radio o podcast, es mi medio favorito y creo que la oralidad es el origen de las historias. Contarlas a viva voz es como se generan las emociones, le puedes poner pausas, dar un grito, poner un tono más íntimo... No creo que vaya a morir, quizás se recicle.

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