El control del cribado del marisco provoca un nuevo enfrentamiento en Cambados

La lonja de Cambados fue escenario ayer de un nuevo enfrentamiento. Presuntamente, la mariscadora que estaba encargándose hasta ahora del manejo de la máquina de cribado de los bivalvos se niega a ceder su puesto a otra compañera. El patrón mayor ha dicho a la primera de ellas que debe renunciar al control de dicha máquina, pues de lo contrario podría exponerse a una demanda judicial.

A mediados de abril, la junta directiva de la agrupación de mariscadoras a pie de Cambados acordó relevar a la persona que se ocupaba de la máquina de cribado del marisco. Esta es una de las dos mariscadoras independientes que entraron en la xunta xeral, y que inicialmente se habían mostrado neutrales entre los bandos que se disputan el control en el pósito cambadés. No obstante, tras la decisión de la junta directiva de las mariscadoras, tanto ella como su compañera independiente se pusieron del lado de los opositores, y llegaron a apoyar una moción de censura contra el patrón mayor.

El puesto en la máquina de cribado tiene unas características especiales. Supone un trabajo duro, pero cuenta con una retribución económica especial, puesto que la encargada percibe la misma cantidad de dinero obtenida cada día de extracción por la mariscadora que haya vendido más caro, y 250 euros mensuales a mayores.

Tras la decisión de relevar a la mariscadora independiente de la máquina de cribado, la Cofradía inició un proceso de selección para elegir a una nueva trabajadora para dicho puesto. Esa persona, sobre el papel, tenía que asumir ayer lunes el manejo de la máquina de cribado, pero la anterior responsable de la misma se lo impidió.

Se produjo una discusión a viva voz, y ambas partes han tomado ya posiciones. El patrón mayor, José Manuel Vilas, sostiene que la mariscadora independiente debe respetar el mandato que hizo la directiva de la agrupación de a pie y dejar la máquina de cribado, pasando a realizar los mismos trabajos que las demás directivas.

Entre tanto, la presidenta de la agrupación de a pie, Teresa Bugallo -compañera independiente de la persona que se ocupaba de la máquina de cribado-, argumenta que todo el proceso de selección ha estado viciado, hasta el extremo de que, según ella, hay documentos oficiales sin firmar, no existe una lista pública de aspirantes y nadie se puso en contacto con ella para notificarle los cambios.

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