Los técnicos temen que la estructura del puente de Santa Marta se venga abajo

El puente de Santa Marta, que atraviesa el río Umia a la altura de Pontearnelas, se ha convertido en un quebradero de cabeza para la Consellería de Infraestruturas, cuya titular, Ethel Vázquez, se desplazó al lugar aprovechando su visita posterior a Sanxenxo. Fue allí donde, tras plantear la necesidad de recuperar el puente lo antes posible, varios técnicos le plantearon las dificultades que existen y la posibilidad, con un porcentaje importante, de que la estructura se acabe viniendo abajo. Pese a la falta de optimismo de los técnicos, Vázquez, que estuvo acompañada de Gonzalo Durán, alcalde de Vilanova, y de David Castro, alcalde de Ribadumia, garantizó que su gabinete va a poner todos los recursos necesarios para restituir la normalidad en el viaducto y conocer cuales fueron las causas del colapso para que no vuelva a pasar.

Su gabinete, apuntó la conselleira, está actuando por emergencia, centrado en cuatro frentes en los que se prioriza primero la seguridad y las alternativas de circulación, pero también se trabaja en un plan de actuaciones que permita restituir la normalidad y en determinar cuales han sido las causas que han provocado este colapso del puente. Vázquez no dudó en asegurar que “ejecutaremos las obras que sean necesarias y destinaremos los recursos técnicos y económicos para acondicionar este tramo y restablecer el tráfico en condiciones seguras y eficientes”. La conselleira reconoce que “todavía es algo precipitado hablar de cuales van a ser las actuaciones a realizar, pero nuestros técnicos están trabajando para definirlas cuanto antes”. De todas formas, el alcalde de Vilanova se atrevió a dar un plazo de reparación y este no baja de un año, un año en el que el tráfico rodado va a tener que regresar al antiguo puente de Os Padriños, convertido, desde hace 16 años, en semipeatonal.

Vázquez insistió en que su gabinete “tiene como prioridad la seguridad de las personas, el riesgo de que pueda caer no tiene un porcentaje muy claro, pero vamos a estudiar soluciones y aplicarlas lo más rápido que podamos para devolver la movilidad a todo este entorno”.

Antes y después de la visita de la conselleira, el ir y venir de técnicos por el puente fue una constante, todos ellos viendo como los catorce tirantes que sujetaban el margen derecho del viaducto han saltado y el tablero se ha combado. También estuvieron los alcaldes de los dos municipios sobre los que se asienta el puente, Ribadumia y Vilanova, que aprovecharon para coordinarse con Infraestruturas y organizar el tráfico que va a pasar ahora por el antiguo puente de Os Padriños, donde se están haciendo pequeñas actuaciones para facilitar el tránsito de vehículos pesados. Durán y Castro agradecieron a la conselleira su compromiso de “reparar pronto esta situación que afecta a los tráficos interiores de la comarca de O Salnés”.

Además de los municipios de Vilanova y Ribadumia, otra de las instituciones afectadas es la Diputación, que mantiene cortada la EP-9501, que pasa por debajo del puente. Desde esta administración se instaba a la Xunta a “actuar con la máxima diligencia y de forma inmediata, tal y como reclama a las demás administraciones”. Además, desde el entre provincial también reclaman que “se asuman responsabilidades porque había voces que alertaron de que el mantenimiento no era el que debía ser y que existía la necesidad de una revisión”. El diputado Gregorio Agís lamenta que la Xunta no haga un esfuerzo similar al que realiza la entidad provincial, con “exhaustivas revisiones en toda la red”. El problema del puente también irá al Parlamento, después de que el BNG haya presentado varias iniciativas de la mano de Montse Prado, entre las que destaca la petición de los informes de las inspecciones que se realizaron al puente durante estos 16 años de vida. Los nacionalistas también piden que se definan las actuaciones a realizar y cuales van a ser los plazos de reparación del puente.

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