Edgar Emir Méndez Barrera | Nuevo párroco de Cobas (Meaño)

“Pretendo oficiar una misa más amena, pensada para niños y jóvenes”

“Mi lema es ser amigo y servidor, y con ese talante llego”

Edgar Emir Méndez Barrera, nuevo cura en Cobas.   | //  FDV

Edgar Emir Méndez Barrera, nuevo cura en Cobas. | // FDV

Tino Hermida

Cobas se había quedado sin párroco titular desde el fallecimiento del anterior hace más de dos décadas. Desde entonces, la parroquia vino siendo atendida por el párroco de Armenteira, Ramón Fernández Ramos, oficiando en la iglesia de San Cristina la misa dominical, entierros y eucaristías en fiestas locales. Hace unos días, Cobas estrenaba párroco propio, eso sí, dada la falta de vocaciones, compartido con otras seis parroquias, entre otras en los concellos de de Ribadumia y Meis. Se trata de un sacerdote venezolano que, a sus 38 años, acaba de cruzar el Atlántico para sumarse a su labor en el marco del arzobispado de Santiago.

–¿Desde cuándo es sacerdote?

–Me ordené el 22 de noviembre de 2024 en la Archidiócesis de Calabozo, en el estado de Táchira en Venezuela. Desde entonces desempeñé mi ministerio sacerdotal en Calabozo, como primer párroco en la Parroquia Nuestra Señora de Coromoto, capellán Destacamento 342 en la Guardia Nacional Bolivariana, Capellán en el Hospital General Dr. Gustavo Urdaneta&quot, administrador parroquial en la parroquia La Milagrosa; y capellán en el Grupo Misilístico del Ejército Venezolano en el Aeropuerto de Calabozo.

–¿Qué le mueve a cruzar el Atlántico y venir dedicar su ministerio sacerdotal en España?

–-Me llamaba el vivir la experiencia fuera de mi país. En mi interior, el venirme a España era como un gesto para devolver lo que en el pasado hicieron los misioneros de acá por nosotros en Venezuela, descubrirnos la Cristo y su misión evangelizadora.

–¿Cuándo llega a Galicia?

–-Hace sólo dos meses. El pasado 6 de febrero el señor arzobispo de Santiago, don Julián Barrio, na tenido a bien asignarme siete parroquias, que son las de Santa Cristina de Cobas, San Julián de Romai, San Juan de Leiro, Santa Baia de Ribadumia, Santa María de Paradela, Divino Salvador de Meis y San Martiño de Meis.

–¿Cómo ha sido su estreno?

–-Muy bien. Fue en una misa dominical de tarde, y en la que participó el Vicario Episcopal de Pontevedra, don Calixto Cobo para presentarme. Para mí fue muy un orgullo, y muy gratificante el ver la iglesia llena, y con muchos jóvenes y niños.

–¿En qué se diferencian la religiosidad gallega y la venezolana?

– Lo que más, que la religiosidad y la espiritualidad hoy es más profunda en Venezuela, porque aquel es un país con mucha gente joven, muchas bodas y bautizos. Aquí en Galicia, se percibe pronto que acá es un país que está envejeciendo, donde la gente es más reacia al matrimonio, a los hijos, y en sí, a la espiritualidad.

–-En los próximos días, como cada martes de Pascua, Cobas tiene su santo de devoción, que es el San Benito de Palermo, conocido como “el santo negro”. ¿Cómo se presenta la fiesta?

–Con misas a las 10.00, 11.00 y 12.00 horas, así como a las 18.00, 19.00 y a las 20.00 horas, esta última solemne y seguida de la procesión. Antes de ésta en el atrio se celebrarán las tradicionales poxas de los animales vivos, que por tradición aportan los devotos al santo. Aprovecho desde aquí para invitar a los files y vecinos de la comarca a desplazarse a Cobas y participar en una de las eucaristías.

–¿En qué horario oficiará la misa dominical en Cobas y cómo será?

–En Cobas oficiaré misa de tarde los domingos, a las 18.00 horas. Son siete parroquias las que tengo y el domingo no da para más, una misa en cada parroquia, el domingo copará por completo mi tiempo. Será una eucaristía muy pensada, sobre todo, en los niños y en los jóvenes, y hacer de cada eucaristía algo llevadero, ameno, diferente, en que me propongo no predicar desde el altar, sino mezclarme con la gente y los jóvenes, en un lenguaje adaptado e ellos. Mi lema como sacerdote en cada parroquia es “amigo y servidor”, y con ese talante llego. Para adaptarme cantaré y hasta bailaré un poco con los niños, que la parroquia sienta que la misa es un acto en el que podemos participar todos.

–La falta de vocaciones es uno de los probelemas actuales del sacerdocio...

–El tema de la escasez de vocaciones lo atribuyo a la falta de compromiso. Los jóvenes no quieren comprometerse, pero no solo con el sacerdocio, sino también en la vida, como sucede con el matrimonio. La labor ministerial la vamos haciendo como podemos, lo que más cuesta es organizar los horarios, pero es lo que hay. Antes teníamos abundancia de sacerdotes y hoy acusamos la escasez. Pero las crisis son necesarias muchas veces para que valoremos lo que tenemos y a quién. Dios no se ha desentendido de la humanidad, es ésta la que parece querer vivir sin Dios. Nosotros seguimos como ministros del Señor, predicando al Dios del amor, del perdón, de la misericordia, de la bondad y de la alegría. El Dios que camina en medio de su pueblo a pesar de las adversidades, de las angustias, tristezas y enfermedades, no es un Dios de muertos sino de vivos.

–¿La Semana Santa puede ser el momento idóneo para conectar?

–Sin duda. Es uno del los mejores momentos del año para acercarnos a Él, reflexionando sobre sus misterios y orando para que de esa manera le sintamos cercano, eso nos hará mejores personas.

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