Arousa culmina otra excelente campaña de volandeira, aunque inferior a la de 2021-22

La temporada finaliza el viernes, por lo que queda poco más de una semana para comprar ejemplares gallegos frescos

Cajas de volandeira, en la lonja de Cambados. |   // IÑAKI ABELLA

Cajas de volandeira, en la lonja de Cambados. | // IÑAKI ABELLA / A.Martínez/ A.t.

La volandeira gallega fresca se despedirá próximamente de las mesas. La campaña del “bou de vara” finaliza este viernes, 31 de marzo, y la volandeira de la ría de Arousa entrará en ese momento en veda hasta el mes de noviembre. La temporada que está a punto de concluir ha confirmado que se trata de una especie cada vez más apreciada y querida por los consumidores. Y a nivel de producción, han sido una vez más unos meses fenomenales para el sector. Eso sí, la cantidad de volandeira que han obtenido los barcos de Cambados -puerto de referencia para esta especie- es sensiblemente inferior a la de la anterior campaña de pesca.

Entre noviembre de 2022 y el pasado jueves se vendieron en la lonja de Cambados 254.000 kilos de este bivalvo, emparentado con la zamburiña. Se generó un volumen de negocio de algo más de 750.000 euros, y alcanzó precios máximos de hasta 10 euros el kilo. En cuanto a las cotizaciones medias, entre noviembre y diciembre pasado fue de 3,64 euros; y después de las fiestas de Navidad bajó, quedando en 2,50 euros el kilo de precio medio desde enero hasta ahora.

El patrón mayor de Cambados, José Manuel Vilas, realiza un balance muy positivo de la temporada. “Fue una campaña excelente”, afirma, no solo porque hubo marisco en abundancia, sino también porque se vende bien. De hecho, la empresa Porto de Cambados empezó a trabajar con ella esta campaña, con muy buenas sensaciones, y las fábricas siguen comprando en pleno de marzo. Otros años, lo esperable sería que a estas alturas de la campaña las capturas ya fuesen poco más que testimoniales, puesto que bajaban mucho los pedidos de la industria; la pasada semana, sin embargo, todavía hubo tardes con más de 3.000 kilos de volandeira en la sala de subastas de Tragove.

No obstante, las estadísticas recogidos por el portal público de Pesca de Galicia también aportan un dato para la prudencia. Y es que si bien las capturas han sido excelentes, hasta el extremo de que la pesquería que está a punto de terminar ha sido la segunda mejor en lo que va de siglo, las cifras son muy inferiores a las del otoño-invierno de 2021-22.

En ese momento, se vendieron en la lonja de Cambados 307 toneladas de volandeira -unas 50 más que ahora-, y también se pagó más por ella. Y es que en esa penúltima edición los armadores facturaron 924.000 euros, con unos precios medios que oscilaron entre los 3,90 euros en vísperas de Navidad y los 2,57 de después de Año Nuevo.

¿Hay que preocuparse por este descenso habida cuenta de que las cifras de esta campaña son igualmente excelentes? Por una parte, cabe recordar que el resultado de 2021-22 fue histórico, con unas capturas nunca vistas desde que la Xunta de Galicia realiza un inventario estadístico oficial de las ventas en lonja. En consecuencia, y dado que fue un año de récord, no cabría preocuparse pensando que ese invierno se tocó el techo.

No obstante, el histórico de capturas demuestra que la volandeira es una especie sujeta a unas variaciones enormes. Así, se ha pasado en pocos años de unas ventas paupérrimas, casi testimoniales, a unas cifras de vértigo. Por ello, sí sería preocupante que tras el pico de capturas de hace un año, la presente campaña marque una nueva tendencia descendente. El tiempo será el que diga si aún quedan unos años buenos de volandeira o si se avecinan de nuevo inviernos de escasez. Es, en todo caso, un fenómeno que los pescadores de Cambados conocen bien. “Siempre ha sido así, la volandeira es una especie muy cíclica”, apunta José Manuel Vilas, sin que los técnicos sean capaces de encontrar una explicación a estas enormes oscilaciones.

Menos de 50.000 kilos

Los dos últimos años han sido sensacionales para la flota. La campaña que termina el viernes se cerrará con un balance aproximado de 260 toneladas; y en la anterior se rondaron las 310.

El balance de las campañas anteriores era mucho más modesto, oscilando entre las 100 y las 160 toneladas. Y, a pesar de todo, podían considerarse años buenos después de la travesía por el desierto que el “bou de vara” de Cambados tuvo que soportar entre 2015 y 2017. En esos dos inviernos, la flota tuvo que conformarse con 86 toneladas de volandeira un año, que ya parecían muchas en comparación con las 49 del ejercicio anterior.

A principios de siglo, la situación todavía era mucho peor, con al menos dos campañas que se saldaron con solo 20 toneladas cada una. Esto demuestra que, en efecto, se trata de una especie cuya presencia en la ría oscila mucho. En cuanto a la vieira, Cambados finalizó la temporada a principios de este marzo, con 105 toneladas descargadas en el muelle.

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Tan solo 18 embarcaciones y 37 tripulantes cuentan con autorización para pescar anguila con un máximo de diez nasas-butrón en la campaña que comienza el proximo 1 de abril y que finaliza el 30 de septiembre en la desembocadura del Ulla. Se trata de una pesca limitada a 5.176 kilos, vedada durante seis meses y limitada a 130 días por temporada, es decir entre 20 y 23 días por mes. Los marineros autorizados pertenecen todos ellos a las cofradías Santiago Apóstolo de Carril y Virxe do Carme de Rianxo, perfectos conocedores de un recurso de aguas profundas que requiere de máxima protección en las zonas autorizadas, a saber: Zona A (o alta), entre el puente de Catoira y la línea imaginaria que une Punta Palleiro con Punta Grandoiro; Zona B (o media), entre esta última y la línea imaginaria que une Praia Longa con Punta Seveira; y Zona C (o baja), desde Punta Seveira con Punta Rebordexo y su continuación, bordeando la isla de Cortegada, hasta el faro del dique de O Carril. Las restricciones son máximas pues solo se permite la captura de anguila en la fase de su ciclo vital denominada “amarilla” y que alcance una dimensión mínima de 20 centímetros; se evitará la “plateada” que deberá devolverse al agua y todas las demás especies que entren en la nasa tendrán que descartarlas. En Carril participan las embarcaciones Ángeles, Gima y Tilocha Primera, con tres tripulantes; Auxiliar Pesado, Camba, Eu, Porto, Tami Uno, Vicenta y Xurxo, con dos; y María del Carmen, con uno. De Rianxo son las embarcaciones O Quinso, Curota, Espada, Paraná, Peruco, Somos Dos y Xoana.

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