El depósito de Penaguda volverá a bombear en condiciones

El Concello de Meaño acaba de adjudicar a la firma pontevedresa Tewater Global, S.L.U. la obra de reforma y adaptación de la estación de bombeo de agua potable desde el lugar de O Castro al depósito del alto de monte Penaguda. Lo hizo en base a un montante de 22.264 euros y que, aún siendo la única oferta que se presentaba, supone una rebaja de 2.766,45 euros o, lo que es lo mismo, un 11 por ciento de ahorro sobre un presupuesto técnico de partida que era de 25.030,45. Asimismo se designa como director de la obra al ingeniero técnico industrial Óscar Álvarez González.

Añadido a su rebaja, la firma Tewater Global, S.L.U. concurrió con las mejoras que demandaba al Concello, y que suponen la renovación de la red de tierras, de las puertas metálicas de acceso a la estación de bombeo, y de la aireación y trampilla de acceso a la estación, cuyo coste conjunto se estimaba en 4.300 euros.

Esta obra salía a concurso a inicios del pasado mes de diciembre. Se hacía obligado al constatar que la actual estación de bombeo de O Castro era deficiente, por lo que se precisaba actuar para mejorar la seguridad, fiabilidad y eficiencia energética de dicha instalación, así como en parte de su componente hidráulico por motivo de desgaste.

Este bombeo salva, a través una longitud de 565 metros en ascensión, los 88 metros de desnivel hasta el depósito situado en la parte alta de Penaguda, con capacidad para almacenar éste 1.000 metros cúbicos de agua. En la relacionado al aspecto eléctrico, se precisaron deficiencias tales como que el cuadro eléctrico presentaba numerosos defectos vinculados a distribución y protecciones contra sobretensiones, que el arranque brusco que se impone en el equipo provocaba un mayor consumo y desgaste de motores, y que además carecía del cuadro de ventilación para refrigeración.

Y, en el plano hidráulico, se dispone actualmente de dos unidades de bombeo de 30 kw y bombas hidráulicas, para elevar en caudal de 61 m3/hora a una altura de 88 metros para su llegada al depósito de Penaguda. Ya recientemente se hizo necesaria la sustitución de los motores, así como de una de las bombas hidráulicas, estimando que la más antigua, se hallaba al final de su vida útil, lo cual estaba provocando mayor consumo eléctrico, menor fiabilidad y que, económicamente, había dejado de ser rentable acometer nuevas reparaciones en la misma.

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