Buscan el histórico centro de culto en la finca de A Capela

Patrimonio acaba de dar el visto bueno a una nueva fase de excavaciones en los yacimientos arqueológicos de A Capela y Torres do Oeste en Catoira al entender que pueden ocultar vestigios que pueden ayudar a entender la presencia de antiguas civilizaciones muy relevantes para el devenir de la localidad.

En el Ayuntamiento vikingo se subraya que entre los días 6 y 14 de febrero se ha desarrollado en la finca de A Capela una intervención que anima a proseguir los estudios del subsuelo en tanto que puede guardar secretos muy relevantes para localizar un lugar de culto asociado.

Entienden los expertos que este terreno “ha sido un lugar muy prolífico en hallazgos desde mediados del siglo XX pues en él se han localizado varios sarcófagos de diferentes tipologías que fueron descubiertos de forma fortuita por el propietario de la parcela”, entre ellos uno con una cruz en relieve, en 1959.

Asimismo, con este lugar, o su entorno inmediato, “se vinculan también dos inscripciones romanas: una de carácter votivo, dedicada a Bandua, y otra de carácter funerario, en honor a una mujer llamada Matidia”.

Dos mil años de antigüedad

Los restos hallados en esta parcela, indica, permiten intuir a los historiadores, a priori, “la presencia de un yacimiento con una cronología amplia, cuya ocupación se habría iniciado en el siglo I después de Cristo y que que se habría prolongado hasta la Alta Edad Media”.

Todos estos hallazgos son los que han impulsado a la Corporación que dirige el alcalde Alberto García a emprender una campaña arqueológica que trate de determinar la verdadera naturaleza del asentamiento y su cronología.

Expertos en la comarca

El proyecto que dirige el conocido arqueólogo Diego Piay Augusto, quien ya participó en excavaciones importantes en la comarca de Arousa como el Castro de Alobre (Vilagarcía), Besomaño en Leiro (Ribadumia) o A Lanzada, consistió en la realización de varias catas manuales de dos metros por dos metros, en diferentes puntos de la finca de A Capela. El equipo dirigido por Piay Augusto permaneció en el lugar durante siete días, una semana en la que obtuvieron resultados que consideran muy alentadores.

“En todos los sondeos realizados se localizaron evidencias de enterramientos, documentándose hasta cuatro inhumaciones de diferentes tipologías vinculados a cerámicas grises y tejas curvas”. Y es que han hallado muestras de este tipo excavadas en las rocas, con lajas de piedra y en cajas de madera, explicaron los expertos tras este primer estudio.

Por otra parte, agregan, en el espacio en el que se realizó el sondeo, una pequeña superficie de unos veinte metros cuadrados de la finca que mide unos 400, todavía no se han documentado evidencias de época romana “aunque la presencia de las inscripciones ya señaladas apuntaría al origen del asentamiento en dicho período histórico”, subrayan los historiadores que participan en el trabajo de excavación.

Restos abundantes

En cuanto a los enterramientos descubiertos en la parcela, los arqueólogos entienden que tanto por su tipología como por los restos unidos “puede apuntarse preliminarmente, en tanto que todos los datos se encuentran en fase de estudio, una adscripción altomedieval a las evidencias localizadas”.

El gobierno local subraya que la intervención llevada a cabo ha servido, por tanto, “para confirmar con metodología arqueológica, la potencialidad de la parcela”.

Ante la importancia e interés de los restos documentados, el Ayuntamiento de Catoira que preside el socialista Alberto García, trabaja ya en la planificación de una actuación más amplia que contaría con un equipo interdisciplinar, y que incluiría la excavación de las sepulturas localizadas y el estudio del entorno de A Capela, con el fin de localizar evidencias del antiguo centro de culto con el que estarían vinculados los enterramientos.

Intervenciones blandas

Cabe recordar que fue en esta finca en la que se localizó hace algunos años una piedra de carácter votivo consagrada a la divinidad indígena Bandua, que en la actualidad se exhibe en el Centro de Activación Cultural de las Torres do Oeste (CACTO), otro de los entornos en los que en breve se realizarán prospecciones arqueológicas en las que se emplearán drones y tecnología puntera para evitar una intervención agresiva en la zona en la que se realiza el estudio.

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