¿Cuándo se encontrará la capilla de la Virgen María en San Sadurniño?
La emblemática construcción tiene origen romano o fenicio EQuedan solo los restos de dos paredes de la torre en cuyo entorno se realizaron tres catas, aún poco significativas
Excavaciones realizadas en junio de 2021. | // IÑAKI ABELLA / A.Touriño
Un equipo de arqueólogos se desplazó esta semana a la isla de Figueira en Cambados, donde se asientan los restos de la torre de San Sadurniño, para explorar el lugar en el que se cree estaba situada la capilla dedicada a la Virgen María.
De momento se trata de obtener una primera impresión sobre este espacio al objeto de calcular el coste de los trabajos de excavación y futura puesta en valor de los restos que pudieran hallarse para que los técnicos municipales puedan determinar si merece la pena, en tanto que son prospecciones que suelen demorarse en el tiempo. La labor tiene como soporte la excavación realizada anteriormente, en junio de 2021.
El Ayuntamiento de Cambados ha solicitado un estudio económico y financiero con urgencia pues este mismo año tendría que quedar presentado para poder encargar la actuación arqueológica; de ahí que se haya realizado el encargo con premura.
Los estudios sobre la torre de San Sadurniño son todavía muy incompletos pues se basan en tres catas arqueológicas realizadas recientemente que apenas han descubierto un puñado de materiales, que evidentemente han proporcionado información hasta ahora desconocida como una moneda con el rostro de un maléfico rey medieval grabado y una imagen de una construcción defensiva compuesta de tres torres, lo que no quiere decir a ciencia cierta que se correspondan con este conjunto.
Restos de la torre de San Sadurniño frente al barrio de San Tomé do Mar en Cambados. | // I.ABELLA / A.Touriño
A su vez se hallaron restos de cerámica de factura local y otros vestigios correspondientes todos ellos a los siglos XIV y XV de la actual Era, con lo que su valor es prácticamente testimonial para realizar un relato completo de la historia de esta torre vinculada asimismo a otras situadas en la costa desde A Lanzada a Vilanova y la mejor conservada en Oeste (Catoira).
Con algunos retazos de historia y leyendas que han llegado hasta nuestros días se ha compuesto un hilo conductor que seduce a los historiadores ya que San Sadurniño formaría parte de una malla de fortalezas defensivas contra la invasión de vikingos, normandos y otros pueblos bárbaros que pretenderían acceder a Santiago de Compostela desde esta orilla del Océano Atlántico.
Entre medias se hilvanan otros acontecimientos, desde que la primera construcción puede estar asociada al Imperio Romano, por tanto del siglo I d.C, o inclusive de los fenicios. Y a mitad del siglo XV se documentó que este complejo, que también sirvió como faro para embarcaciones que surcaban los mares, fue propiedad del arzobispo Gelmírez que se vio en la necesidad de comprarla durante las revueltas de los campesinos. Más tarde perteneció a la familia de los Soutomaior.
Pero no quedan ahí los proyectos arqueológicos a desarrollar en los próximos meses en la villa del albariño, en tanto que se ejecutarán diversas obras en zonas históricas que precisan de estudios y catas específicas. Así se han encargado informes relativos a lo que se pueda encontrar en el subsuelo de la plaza de San Gregorio o en la rúa de San Francisco, en las que se llevarán a cabo actuaciones importantes, sobre todo por la necesidad de la instalación de servicios y la mejora de los existentes. Existen otros proyectos en el casco histórico de Cambados en los que asimismo se acometerán catas arqueológicas que descubrirán partes todavía que han quedado ocultas en la historia del pueblo.
Todo ello impulsa la curiosidad del Gobierno de Cambados de obtener la máxima información acerca de los distintos contextos históricos que rodearon esta construcción defensiva, que se derrumbó a consecuencia de un terremoto que se registró a mitad del siglo XVIII, en 1755.
Derivado del terrible movimiento sísmico, en estos momentos solo se conservan las dos paredes que hacen una esquina de la torre construida con gruesos sillares de piedra y que está coronada por una curiosa chimenea que todavía se conserva. Asimismo se preservaron algunas ventanas de la torre, muy útiles para los vigías de la época pues desde la cima se cuenta con una vista espectacular a un lado y otro de la costa atlántica.
Los restos se encuentran sobre uno de los acantilados y el resto de la pequeña isla de Figueira o San Sadurniño es a simple vista totalmente diáfana, aunque los historiadores y arqueólogos han constatado en los trabajos previos que oculta un tesoro muy valioso por descubrir.
Justo en el otro extremo del islote cambadés se supone que se encuentra la base de este templo de advocación mariana pues la tradición y algunos documentos refieren estaba dedicada a la Virgen.
Asimismo los historiadores irán tras las pistas de un antiguo pasadizo que dicen que existía desde el islote, al que en la actualidad se llega a través de un puente peatonal de piedra de unos doscientos metros de longitud, desde el barrio marinero de San Tomé do Mar.
De momento son todo hipótesis por lo que sería muy difícil calcular cuanto tiempo puede llevar la ejecución de estos trabajos, así como el coste de los mismos, aunque este paso puede ser muy importante para conocer algo más de Cambados.
La autorización de Patrimonio para la reconstrucción de la escalinata frontal de la iglesia de San Benito en Fefiñáns, suprimida en los años setenta, es otro de los acontecimientos importantes revelados esta misma semana en la localidad cambadesa. Se pretende poner en valor un conjunto histórico de enorme relevancia al situarse en la principal plaza de la localidad. El atrio de la iglesia de San Benito de Fefiñáns está actualmente comunicado con la plaza mediante dos escalinatas laterales, que se abren a Este y Oeste. Con todo, ambas son relativamente modernas. En el siglo XVIII se construyó una escalinata hacia el Sur, que sobreviviría en esa ubicación hasta que en 1972 el Ministerio de Vivienda ordenó su retirada porque molestaba el paso de los coches en un momento en el que la carretera de Vilagarcía a Vilalonga atravesaba el corazón de la plaza de Fefiñáns. La recuperación de este espacio está estimado en unos 240.000 euros pues además de la reposición de la escalinata también se completa la obra con mobiliario y nueva iluminación más eficiente en el entorno. Patrimonio autorizó la obra con la condición de excavar antes el lugar y encontrar o bien los peldaños originales o bien restos pétreos de la estructura, un objetivo que se cumplió hace meses; tardanza, sin embargo, que impedirá que la obra pueda estar concluida a tiempo para la celebración del Domingo de Ramos o las procesiones de Semana Santa.
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