Rompe una tubería que arroja un vertido pestilente al río Chanca

Un vertido de aguas fecales al río Chanca volvía a alertar ayer domingo en Abuín (Dena), al salir desde la red de saneamiento por un aliviadero y afectar directamente al río. Un problema que se detectó por la mañana y que, varias horas después, por la tarde, mantenía un considerable caudal, dejando a esa hora limos y olores pestilentes en torno a su bocana.

Se trata de un punto delicado en el que, desde hace años, suelen verse aguas fecales en algunas épocas de año, debido a excesos de caudal o bien obturación del colector que, en ese tramo discurre casi llano dificultando el arrastre. Y es que la derivación de las pluviales a la red al colector de saneamiento complica la cosas en época de lluvia, explican los vecinos.

Un tara en la que el Concello meañés viene actuando en los últimos años, para tratar de minimizar estos aportes de agua de lluvia innecesarios y que complican la situación del colector. En anteriores ocasiones, las actuaciones constataron hasta la existencia de alguna piedras en ese tramo en el interior de la tubería.

La red de saneamiento del Meaño baja prácticamente paralela al río Chanca, recogiendo las aguas fecales de las parroquias de Simes, Meaño y Lores, a las que se suma una parte de la zona alta de Dena. Se trata de un colector de 300, que no trabaja bien por la exigua pendiente, la cual varía en ese tramo entre 0,50-0,70 centímetros por cada 100 metros en todo el recorrido.

A la situación se añade en estos últimos años la aportación de las aguas del polígono industrial de Nantes (Sanxenxo), que va creciendo en número de empresas, no en vano está preparado para albergar 200 firmas. Se había barajado en su día un acuerdo con Sanxenxo para disponer un colector de 500 -cuando Lourdes Ucha y Gonzalo Pita en sendas alcaldía-, que al final no cristalizó. Más tarde desde Sanxenxo, con Telmo Martín ya en la alcaldía se optó un cambio y solventar la situación derivando esas aguas del área industrial a una EDAR de Sanxenxo.

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