“Estamos más perseguidos que los narcotraficantes”, claman los bateeiros

Los recolectores de mejilla se sienten acosados

"Nos vamos a matar", claman los bateeiros que recogen mejilla

Manuel Méndez

Manuel Méndez

Manuel Méndez

Hoy se completa la primera semana verdaderamente intensa de una campaña de recolección de mejilla que comenzaba el pasado día 9 en el litoral gallego. Y como se indicó en los últimos días en FARO DE VIGO, estas jornadas sirvieron para concluir que hay poca cría y que, debido al descenso de la salinidad, está débil.

Pero lo sucedido también permite determinar que allí donde podía encontrarse semilla de calidad los bateeiros se ven casi obligados a agolparse unos sobre otros, aumentando el riesgo para todos ellos.

Más controles

La consecuencia inmediata es que en esas zonas también se multiplican los controles por parte de los vigilantes de las cofradías, Gardacostas e incluso Guardia Civil y Policía Autonómica, llevando a los bateeiros a una situación extrema de la que dicen estar hartos.

Esto explica el aumento de la tensión vivida en los últimos días en los muelles y las crecientes posibilidades de que se organicen medidas de presión y estalle la llamada “guerra de la mejilla”.

"Presión exagerada"

La razón es que “además de sufrir las consecuencias de carecer de cría y ver que la Consellería do Mar limita nuestro trabajo, ahora sufrimos una presión exagerada que nos hace sentir como delincuentes”.

Son muchos los “bateeiros de la ropa de aguas” que inciden en estas apreciaciones, llegando a decir que “estamos más perseguidos que los narcotraficantes”.

Algunos incluso dicen sentirse “como ladrones” cuando están recolectando la mejilla que, por ley, tienen derecho a recoger.

Desde A Illa a Vigo

“La presión está siendo exagerada, como se vio esta semana en zonas de Vigo como Lagoa, donde se presentó la Policía Autonómica para controlarnos”, explican bateeiros de A Illa desplazados a aquel lugar.

Así se juegan la vida los bateeiros cuando recogen mejilla en el litoral atlántico

Manuel Méndez

“Incluso cuando llegamos a los puertos para descargar en los barcos la mejilla que hemos recogido aparece el personal de la Xunta para pedirnos papeles, a pesar de que eso nunca había pasado”, esgrimen los productores cuando resaltan las experiencias que han tenido en los últimos días, tanto en Cangas como en Aldán.

Nos hacen sentir como ladrones y nos vigilan más que a los narcos

A esto se suma, explican, que “la Guardia Civil intensificó los controles de carretera, parando prácticamente cada vehículo con remolque –en los que trasladan las lanchas de unos puntos de la costa a otros– para ver a dónde vamos o de dónde venimos, lo cual nos hace sentirnos como si fuéramos terroristas”.

"Una auténtica locura"

Ni siquiera los de la coca son sometidos a tantos controles”, espetan otros bateeiros antes de sentenciar que “todo esto es una auténtica locura”.

La Guardia Civil intensificó los controles de carretera, parando prácticamente cada vehículo con remolque

Y matizan que “los de la provincia de Pontevedra van hacia la Costa da Morte y los de A Coruña bajamos hacia Vigo, Baiona, Bueu y otros lugares del Sur porque andamos todos como locos buscando mejilla donde sea”, reflexionan mejilloneros con puerto base en Rianxo.

Así se realiza el encordado mecánico de la mejilla

Manuel Méndez

“La cosa está muy ‘fastidiada’ y la gente está cada vez más nerviosa”, argumenta un bateeiro de O Grove que esta misma semana fue a por mejilla a diferentes zonas de Louro, Porto do Son y Corrubedo.

Mapas confusos

En esta última “algunos estábamos trabajando en piedras marcadas en verde y otros amarraron sus lanchas en piedras de zona roja, debido a que los mapas que nos dio la Xunta son muy confusos”, relata este productor meco.

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Con zonas de cría cerradas y poca semilla en las demás, las piedras que tienen algo de mejilla se ven saturadas y el riesgo aumenta.

Situación que provocó la intervención de los vigilantes de la cofradía de pescadores. “Nos expulsaron de allí –explica–, y cuando llegamos a puerto ya estaba el personal de Gardacostas esperándonos para pedirnos a todos los papeles y hacer fotos de las guías –documentos que los habilitan para recoger y transportar la cría–, tanto a los de zona verde como a los de áreas rojas”, en las que Mar prohibió el año pasado la extracción de cría.

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Si los bateeiros no logran la cría que precisan no habrá mejillón comercial y, por ende, no habrá trabajo en depuradoras y conserveras.

“No puede ser que esté recogiendo cría como hice toda la vida, y esté mirando continuamente a los lados porque me hagan sentir como si estuviera robando algo a alguien”, lamenta otro mejillonero.

Bateeiros agolpados sobre las piedras de Muros para tratar de recoger mejilla y encordar sus viveros.   | // M.M.

Bateeiros agolpados sobre las piedras de Muros para tratar de recoger mejilla y encordar sus viveros. | // M.M. / Manuel Méndez

Ni un solo percebe

Lo hace antes de decir que ha estado trabajando en zonas “donde no hay ni un solo percebe, por lo que ese no puede ser el problema o la excusa para que nos persigan de este modo”.

Además, “nos están haciendo mucho daño a causa de situaciones incomprensibles”, insisten cuando aducen que “había zonas de mucha cría que no nos dejaron recoger, y resulta que los últimos temporales la reventaron por completo, dejando las piedras limpias”.

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Los bateeiros que recogen cría están siendo vigilados por las cofradías, Gardacostas, Guardia Civil y policía. De ahí que digan sentirse “acosados”

Podrían ponerse otros muchos ejemplos y citarse infinidad de declaraciones de miembros del sector, pero todos concluyen que la situación es ya insostenible.

Nuevas zonas antes de las próximas secas

Dicho esto, el sector bateeiro quiere creer a la Consellería do Mar, donde “nos prometieron que antes de las próximas secas –episodios acusados de bajamar– tendremos disponibles nuevas zonas para la recogida de cría”.

Las últimas se vivieron esta misma semana, de ahí el colapso de zonas de cría como la de Louro. La siguiente seca es la del 20 de febrero, con 0,20 metros sobre la línea de bajamar escorada.

No puede ser que esté recogiendo cría como hice toda la vida, y esté mirando continuamente a los lados porque me hagan sentir como si estuviera robando

También se rondará la máxima bajamar viva equinoccial el día 21, con solo 0,10 metros cuando sean las once de la mañana; una hora propicia para que los bateeiros aprovechen para recolectar semilla en las rocas del litoral, como ya se anunciaba el pasado mes de diciembre en FARO.

Las buenas secas, de 0,20 y 0,30, se repetirán entre las diez y las once de la mañana de los días 21, 22 y 23 de marzo, que también son laborables.

Si no hay novedades, habrá presión

De la apertura de esas nuevas zonas se hablará en una reunión a mantener la semana que viene entre Consellería do Mar y representantes del sector bateeiro.

Algunos de estos dirigentes ya advierten: “Si en ese encuentro tampoco hay novedades, adoptaremos medidas de presión contundentes”.

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