A Illa reclama medidas para evitar que las “ouxas” acaben con sus bancos marisqueros

El patrón mayor, Juan José Rial Millán, asegura que “pueden arrasar una zona con almeja de entre 15 y 18 milímetros en minutos” | Algunas llegan a pesar varias decenas de kilos

Un ejemplar de “ouxa”, la especie que amenaza los bancos marisqueros de A Illa.

Un ejemplar de “ouxa”, la especie que amenaza los bancos marisqueros de A Illa. / A. G.

A. G.

Llevan mucho tiempo asentadas en la ría de Arousa, donde se han encontrado con el hábitat perfecto para ellas, no hay depredadores y existe comida en abundancia, Las ouxas o águilas marinas se han convertido en el principal depredador al que tienen que hacer frente las cofradías, especialmente la de A Illa, donde esta especie sin valor comercial, semejante a la raya, invade constantemente los bancos marisqueros.

Juan José Rial Millán, patrón mayor de A Illa, alerta de la necesidad de que “se tomen medidas cuanto antes porque no solo acaba con los bancos marisqueros, sino que se han convertido en un problema para los buzos de recursos específicos, llegando alguno de ellos a acabar en el Hospital a causa de una de sus picaduras”. Su ausencia de valor comercial y la falta de un depredador ha permitido a las ouxas proliferar sin control y “no sabemos muy bien como pararlas”. Al tratarse de una especie sobre la que “existe cierta protección”, Millán plantea la posibilidad de trasladar a todos los ejemplares que se capturen. “Hay un estudio de la raya mosaico que, cuando son capturadas, tienen una alta tasa de supervivencia si se mantienen mojadas; con la ouxa pasaría lo mismo, por lo que podría ser trasladada fuera de la ría para que su impacto sea mucho menor”, explica el patrón.

No cuenta con estudios científicos que lo avalen, pero Millán se atreve a asegurar que “es el peor depredador que tenemos en la ría de Arousa, sobre todo porque, a diferencia de los caramechas o las estrellas de mar, no tenemos forma de combatirlo”.

Las zonas más afectadas acostumbran a ser donde hay una gran cantidad de almeja de pequeñas dimensiones y en desarrollo. “Como den con una zona en la que has sembrado almeja de entre 15 y 18 milímetros, liquidan los 60 o 70.000 euros invertidos en unos minutos, las comen como si fuesen pipas y arruinan toda una producción”. Su forma de actuar es aleteando sobre la arena para moverla y descubrir los bancos marisqueros, “se pueden ver perfectamente, a partir de la primavera, desde el puente de A Illa, como cientos de ellas se mueven por O Bohído, aunque también atacan lugares como Os Lombos”. Insiste Millán en que son un mal que están sufriendo todas las cofradías, especialmente aquellas que trabajan en playas que no poseen una gran profundidad.

En su día “se intentó un aprovechamiento comercial pero su sabor es demasiado fuerte, se llegó a vender como raya, pero no tiene absolutamente nada que ver con ella a la hora del sabor”.

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