Todos los orgánicos de Arousa, directos a la planta de Sogama en Baión
A finales de año estará en vigor la norma para separar los residuos en los domicilios / Las siete parcelas del polígono miden 20.000 metros
Javier Domínguez, de Sogama, con Durán y Tourís. | // IÑAKI ABELLA / REDACCIÓN
Avanza la explanación de la gigantesca parcela elegida por Sogama para sus instalaciones complementarias en el polígono de Baión. Las excavadoras realizan ya los últimos retoques al alisado del terreno a la vez que ajustan el alineado al borde de la carretera para iniciar el esqueleto. La idea es culminar en ente año una obra que va a suponer una absoluta transformación del sistema de recogida de residuos cumpliendo criterios de la Unión Europea que conllevó la decisión de construir una planta de orgánicos que puede dar servicio a una treintena de municipios del entorno de O Salnés, en un radio de cincuenta kilómetros.
La planta de Sogama en Baión ocupa una superficie de 7 parcelas y 20.000 metros cuadrados. | // I.ABELLA / REDACCIÓN
La instalación tratará exclusivamente residuos orgánicos para convertirlos en compost o abono biológico, una transformación que será especialmente necesaria para los futuros cultivos ecológicos, corrigiendo así también el abuso de fertilizantes químicos en la agricultura o en los parques y jardines públicos o privados.
Alto coste
Para ello requerirá de la adhesión de los distintos Ayuntamientos a los que ofrece grandes ventajas, especialmente económicas al no tener que desplazar sus toneladas de basura hasta Cerceda (A Coruña), un coste anual muy elevado para la mayor parte de las arcas municipales.
Pero a su vez supondrá una importante inversión con un primer paso consistente en la puesta en marcha del contenedor marrón en los pueblos y ciudades para la recogida selectiva y exclusiva de materiales orgánicos, básicamente desechos derivados de los productos alimenticios o similares, lo que implicará también una campaña de concienciación para una separación selectiva en domicilios o establecimientos como restaurantes, supermercados y otros afines.
Estructurantes e incendios
A su vez, el proceso de fabricación de compost a gran escala conllevará importantes repercusiones medioambientales, en principio positivas pues en el proceso se requieren enormes cantidades de material estructurante, básicamente formado por rastrojos, restos de poda o vegetación seca qua implicaría la necesidad de mantener limpios los montes y consecuentemente influiría en la reducción de incendios forestales.
La obra puesta en marcha en Baión supone una inversión que ronda los quince millones de euros y también generará una quincena de puestos de trabajo directos, aparte de los indirectos.
Explica Sogama que la planta de biorresiduos de Vilanova, junto con la de Cervo (Lugo), Verín (Ourense) y la de Cerceda (A Coruña) contarán además con el apoyo de otras trece plantas de transferencia a las que se dotará de una tolva específica para el trasvase de la materia orgánica. En el caso de Baión, la planta integrará la totalidad del proceso de compostaje de los residuos que reciba y “que se llevará a cabo en naves cerradas, comprendiendo todas las fases (pretratamiento, fermentación, maduración y almacenamiento), así como los correspondientes tratamientos de aire y de aguas, haciendo uso en todo momento de las últimas tecnologías disponibles, tanto de procesado como de control de olores y ruido”. Subrayan además que dará servicio a un total de 327.000 habitantes de 26 municipios próximos que, según sus cálculos, pueden generar hasta 15.000 toneladas anuales de materia orgánica y procesar otras 7.000 toneladas de podas y restos de madera. Con ello obtendrá alrededor de 6.000 toneladas de compost.
Es por tanto, una inversión que tendrá repercusiones directas en la comarca al abaratar uno de los servicios más costosos pero que a priori no dejará ninguna otras compensación a los vecinos más afectados, como en su día obtuvieron los de Cerceda que además de un parque acuático de última generación fueron beneficiados con otras infraestructuras muy importantes para el desarrollo de la localidad por favorecer sin remilgos la instalación de la planta principal de Sogama.
Es evidente que las tecnologías actuales implican menores trastornos y Sogama se ha comprometido a que las instalaciones de Baión además de estar aisladas acústicamente será una construcción estanca por lo que en el exterior tampoco se percibirán olores propios de este tratamiento.
Empacadora de Ribadumia
La comarca de O Salnés cuenta asimismo con las instalaciones de la empacadora de Ribadumia, una planta muy polémica hace veinte años que inicialmente estaba pensada para Vilaboa aunque los vecinos se rebelaron y forzaron el traslado.
Sogama adjudicó hace ahora un año a la UTE formada por Cespa, Arias, Petrolam y Prace la obra de ejecución y puesta en marcha de la planta de biorresíduos por un importe de 15,1 millones de euros (IVA incluido).
Explica Sogama que antes del 31 de diciembre próximo todos los Ayuntamientos están obligados a implantar la recogida diferenciada de la materia orgánica con el contenedor marrón.
Las parcelas elegidas por Sogama para la fábrica de compostaje tienen una dimensión de más de veinte mil metros cuadrados, a pie de una de las calles mejor comunicadas de un polígono empresarial al que le cuesta arrancar pese a su inmejorable ubicación, al pie del Acceso al Puerto de Vilagarcía y a pocos kilómetros de la Autopista del Atlántico.
El parque empresarial de Baión recibió un importante impulso por parte de SEA (Suelo Empresarial del Atlántico) el pasado año cuando se cerraron varias operaciones que iban a acelerar su despegue. El principal motor era precisamente Sogama que adquirió siete parcelas en el corazón de la superficie empresarial, pero también se habían puesto grandes expectativas en la firma de congelados Vinova en tanto que había anunciado la creación de más de un centenar de empleos directos. Esta operación se frustró poco después de que se iniciaran los trabajos de excavación de la gran parcela que había adquirido a SEA, pues la firma relacionada con la cadena Hiperxel se encuentra en un proceso de quiebra que parece irreversible. Con todo, al albur de estas obras, también se animaron otras empresas como Calmear y talleres que han concluido o ultiman sus edificios en este parque empresarial arousano. Se suman así a Soaga, firma también dedicada a productos para la ganadería y agricultura, y otras empresas más pequeñas que reservaron espacios en virtud de la oferta de Derecho de Superficie, una especie de alquiler a bajo precio con derecho a compra.
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