La flota tradicional reclama un muelle en el que amarrar

La intención es aprovechar un muelle que apenas tiene uso desde la ampliación de O Xufre para guarecer las dornas, galeones y demás embarcaciones con alto valor etnográfico

Varias embarcaciones tradicionales varadas en la playa de O Cabodeiro en el día de ayer.

Varias embarcaciones tradicionales varadas en la playa de O Cabodeiro en el día de ayer. / Noé Parga

A. G.

La nueva directiva de la Escola de Navegación Tradicional de A Illa, dependiente de Dorna, se ha marcado como objetivo conseguir una de las grandes demandas que vienen realizando desde hace años, la de contar con amarres para la gran cantidad de embarcaciones tradicionales con las que cuentan, un espacio que, al mismo tiempo, se convierta en una especie de museo al aire libre que dé a conocer toda la riqueza cultural y etnográfica que poseen.

En ese objetivo, han diseñado una hoja de ruta con la que pretende implicar no solo a las demás entidades culturales del municipio, sino también a las económicas y a la administración, a fin de conseguir la puesta en valor de estos elementos clave en la cultura marítima de Galicia, las embarcaciones tradicionales. Esa hoja de ruta ha puesto sus ojos en el muelle de O Cabodeiro, una pequeña dársena que se encuentra prácticamente en desuso y en cuyas inmediaciones ya está amarrando, desde hace tiempo, parte de la importante flota con la que cuenta A Illa durante el verano.

Ese punto se convertiría en un espacio de amarre y resguardo para las embarcaciones tradicionales con una mínima inversión, un espacio vinculado también a la carpintería de ribeira. Por un lado, permitiría que los barcos pudiesen ser visitados y, sobre todo, atraer a los más jóvenes para proyectarles hacia la navegación tradicional, mientras que por el otro facilitaría las labores de conservación que se deben realizar, especialmente en aquellas embarcaciones de mayor porte, como son los cinco galeones que tienen su base en A Illa de Arousa.

La propuesta, que van a presentar a las diferentes administraciones y a entidades como la Cofradía es utilizar ese muelle como punto de atraque musealizado que, al mismo tiempo, les servirá de espacio para tenerlas a resguardo. No en vano, en la zona de O Bao, donde suelen amarrar durante el verano, los vientos del norte ya les han dado más de un susto, llegando a empotrar contra la playa más de una embarcación.

Héctor Suárez, presidente de la ENT, reconoce que los objetivos pasan por “mostrar in situ nuestro pasado, presente y futuro, así como reivindicar la flota de embarcaciones tradicionales, con puntos de abrigo y amarre que nos faciliten las labores de conservación”. Además, la presencia de un lugar como el que se plantea crear en O Cabodeiro permitiría crear una oferta cultural y deportiva única con la creación de una senda marinera musealizada por Orillamar, creando un turismo de calidad en torno a los trabajos marineros y su tradición.

Pañol

La presencia de las embarcaciones en O Cabodeiro también iría acompañada de otras pequeñas actuaciones que servirían para potenciar esa musealización, como la construcción de un pequeño pañol de madera o un material que se pudiese integrar en el entorno, en el que se pudiesen guardar embarcaciones, e incluso, impulsar una pequeña carpintería de ribeira, sobre todo tras la declaración de estas carpinterías como Bens de Interese Cultural. También plantean la instalación de esa escultura con forma de barco, preferentemente una dorna, en una esquina del muelle, con la función de convertirse en un farol, a imagen de lo que ya existe en otros municipios.

A mayores, también plantean la reorganización de los fondeos en O Cantiño, dejando la primera fila para embarcaciones tradicionales de menor eslora y la segunda para las de mayor porte, creando así una ventana al mar organizada y de un gran impacto visual, tal y como se realiza en los Encontros de Embarcacións Tradicionais que se celebran en Galicia. También plantean que un pequeño porcentaje de esos fondeos puedan quedarse para visitantes marítimos, como ya ocurre en Ons. Contar con esos fondeos también obligaría a disponer de un punto de amarre al muelle, donde poder tener dos o tres embarcaciones auxiliares que permitan acceder a los barcos tradicionales.

Lo que tienen claro desde la directiva de la ENT es que la conservación de las embarcaciones tradicionales “no pasa por colocarlas en una rotonda o jardín, sino que para ello el barco debe pasar por un proceso de documentación, catalogación, inventariado y patrimonialización que le alejen de estar simplemente expuesto a la intemperie deteriorándose”. Inciden en que un barco “debe estar navegando y transmitir todo lo que eso conlleva, para lo que se necesitan infraestructuras” como las que se plantea.

Este mismo mes de enero, comenzarán a contactar con las diferentes entidades (Cofradía, Concello, ...) para tratar de sacar adelante la iniciativa y perfilarla, ya que “nuestra intención es abrir un debate en el que todo el mundo participe y aporte ideas que sirvan para garantizar la supervivencia de nuestra cultura”, explica Suárez.

Nacida hace más de dos décadas, la ENT se ha convertido en una de las grandes referencias de la navegación tradicional en Galicia. Cuenta con un galeón “O Rei do Mar” que se ha convertido en su gran emblema, pero también con la “Nova Marina”, una réplica de una xeiteira, dos dornas de tope y más de treinta dornas, la embarcación por excelencia para la navegación en la ría de Arousa a principios del siglo pasado.

La entidad ya peleó por contar con un lugar para que pudiesen hibernar las dornas y ser reparadas durante el invierno, contando con un hangar en el Centro de Usos Náuticos de O Bao, pero todavía tiene que dejar a la intemperie los barcos de mayor porte, amarrados en puntos de fondeo al carecer de pantalanes.

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Entre las propuestas a madurar que la directiva de la ENT quiere poner encima de la mesa se encuentra la de crear una senda de tradiciones marineras para peatones y bicicletas todo por Orillamar. Aunque hay que perfilarlo, la propuesta que se lanza es la de señalizar con el pictograma de una dorna a vela todos los entornos que enlacen el Centro de Usos Náuticos con la playa de A Canteira, el antiguo astillero de Riasón, el muelle de Cabodeiro, la marina de los barcos bateeiros, O Cantiño, la estatua de la Virxe do Carme, el varadero de O Naval, las casas modernistas, el museo de Pau, el muelle do Campo, la plaza do Regueiro entre otros puntos. En todo ese recorrido se instalarían paneles informativos sobre las embarcaciones tradicionales, refranes marineros y estacionamiento para bicicletas en O Cabodeiro, así como paneles informativos a lo largo de todo el recorrido, tanto de las embarcaciones como de sus aparejos o de los trabajos en las bateas. Un ejemplo sería la zona de A Sapeira, donde se podría instalar un panel sobre el marisqueo a pie. Esos paneles contarían también con fotos antiguas de cada zona para ver la evolución que ha experimentado A Illa en los últimos años. Esta iniciativa serviría para impulsar un turismo mucho más sostenible que el de sol y playa que tantos problemas causa durante el verano, un turismo mucho más centrado en apreciar el valor cultural del entorno al que se acerca. Todo esto son propuestas que la ENT quiere plantear, una hoja de ruta para poner en valor una de las riquezas más importantes que todavía posee A Illa, el de sus barcos tradicionales navegando a vela por la ría de Arousa.

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