El misterio de la cruz de Aguiúncho

El signo fue colocado de noche en un homenaje a las víctimas de un naufragio

Cruz colocada en la zona de Aguiúncho de A Illa.

Cruz colocada en la zona de Aguiúncho de A Illa. / Iñaki Abella

A. G.

Es la punta más al noreste de A Illa y un paso obligado para toda embarcación antes de que se construyese la actual dársena. La punta de O Aguiúncho luce desde el pasado fin de semana una nueva cruz, instalada en la zona de forma anónima, ya que el Concello no tiene constancia de que se hayan pedido los permisos necesarios para su instalación. Todo apunta a que el objetivo de las personas que la colocaron, en horario nocturno y durante el fin de semana, es recuperar la antigua cruz que, desde tiempos inmemoriales, presidía esa zona.

La antigua cruz nunca tuvo un trasfondo religioso, pero todo apunta a que se debió colocar en esa zona debido a algún naufragio, una imagen que se repite a lo largo de la costa gallega en memoria de todas las victimas que se quedaron en el mar.

Esa es la teoría que defienden historiadores de A Illa como Juan Luciano Otero o Juan Dopico. La antigua cruz se encontraba coronando una roca bastante grande que hoy se encuentra desaparecida después de las obras para la construcción del actual muelle. Esa cruz no solo serviría como recuerdo, sino que también ayudaría a señalizar un paso que, en marea baja, era bastante complicado y que llevó a muchas embarcaciones a encallar en la zona.

La tragedia más conocida ocurrida en las inmediaciones de la cruz fue el “paseo” a Esteban Picón tras el golpe de Estado del dictador Franco. El hombre fue fusilado en la zona y su cuerpo arrojado al mar con lastre para que no pudiese flotar.

En los años 90, la cruz sufrió varios actos vandálicos, llegando a romperse en más de una ocasión, siendo restituida posteriormente. Así fue hasta que, en 2007 se construyó la ampliación de la actual dársena de O Xufre, que se llevó por delante la piedra sobre la que estaba colocada.

El símbolo fue trasladado entonces unas decenas de metros para su conservación fuera de terrenos portuarios hasta que otro desalmado volvió a romperla. Más o menos en la última ubicación que se conoce se ha instalado la nueva, que ha llamado la atención de todos los marineros de A Illa, muchos de los cuales ya no la recordaban.

Sin embargo, lo que más intriga está despertando es quién ha colocado esta señal y por qué, ya que nadie es conocedor de los motivos, ni siquiera el Concello, desde el que ayer se aseguraba que nadie les presentó un proyecto o les pidió un permiso para su colocación. Eso sí, a pesar de no contar con autorización explícita, el Concello no tiene intención de retirarla, al considerarla más una obra monumental que una agresión a la naturaleza.

Es más, la instalación de la cruz ha recibido bastantes elogios por las redes sociales, de personas que valoran su regreso como algo positivo, un recuerdo a todos los marineros de A Illa que perdieron su vida en el mar mientras trabajaban.

El monumento se encuentra también muy próximo a la escultura de “O Afogado”, una inmensa piedra natural en la que el escultor compostelano Camilo Otero, esculpió una cara que pronto los vecinos bautizaron con ese nombre, al ser cubierta por el agua durante las mareas. La escultura es una de las que el artista dejó por el litoral de A Illa, un lugar del que estaba profundamente enamorado.