La petanca se recupera en los jardines de O Corgo

El alcalde de O Grove José Antonio Cacabelos mostraba su satisfacción por el inicio de las obras de reacondicionamiento del jardín que se encuentra frente a la emblemática Casa Consistorial, un espacio que se transformará sin ningún género de dudas en un punto de encuentro obligado para los mayores de la localidad, aunque ya lo era por esencia.

Estos céntricos jardines se han convertido en la zona de descanso preferida de muchos “abuelos” que llevan años eligiendo el lugar, básicamente por el confort que les brinda la sombra de los frondosos árboles, como por la presencia de bancos para encontrar asiento o simplemente porque también muy cerca hay un parque infantil en el que desgastan energías sus nietos o los de sus amigos.

O Corgo es ese punto especial de O Grove, un centro neurálgico de la localidad próximo no solo a la llamada casa del pueblo sino también a otras zonas de enorme vida local, incluidos bares y restaurantes por lo que es lugar de paso para todos los vecinos.

De ahí que crear una cancha de petanca resulte una buena idea para que quien se encuentre con ganas pueda retar a sus amigos a una partida que tiene como clave la destreza y la puntería, condimentadas con algo de la suerte que acompañe en el lanzamiento.

Un entretenimiento también para los que no quieran o no sepan las reglas de la petanca, que por muy simple que parezca también requiere de unas buenas condiciones físicas para el ejercicio.

El único inconveniente es que el lugar elegido para esta cancha es el que durante muchos años ocupó un sauce llorón, al que hace algo más de un mes llegó su hora.

Los técnicos determinaron que el venerable árbol sufría una enfermedad incurable por lo que urgía talarlo aunque tan solo fuera por seguridad.

Con todo, quizás Cacabelos también debería pensar en plantar alguna especie en la zona. La sombra es un elemento fundamental de un buen jardín.

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