El alcalde de Vilagarcía, Alberto Varela, firmó ayer una nueva orden de paralización de las obras que está realizando Lagar da Condesa en la zona de Berdón para acondicionar el monte como plantación de albariño. Desde el Concello coinciden con los vecinos en que los trabajos “están causando numerosos problemas con las escorrentías de las aguas, llenando de barro varias calles y afectando incluso a algún regato”. Por esta razón Ravella dio parte a Augas de Galicia.
En Guillán residentes y comuneros llevan tiempo quejándose de las molestias de estas obras. Ayer, debido a las intensas precipitaciones registradas por la mañana, las calles del lugar se anegaron de lodo procedente de esa finca en la que la empresa vitivinícola proyecta plantar 17 hectáreas de vides, el cuádruple que en la primera fase (4 hectáreas).
La orilla de la playa se tiñe de marrón
El barro llegó en esta ocasión a la playa de A Concha a través del regato de A Tripeira. Fuentes del Seprona consultadas por este periódico confirman que están investigando si el vertido procede de la citada plantación. De hecho ayer por la tarde los guardiaciviles estuvieron hablando con el encargado de la obra.
Además de entre los vecinos, también existe gran preocupación entre las mariscadoras de Carril, que tienen su principal zona de producción en la playa tras el fiasco de Os Lombos.
No es la primera vez
En cuanto a la paralización de la actuación, esta no es la primera vez que ocurre. Según indican desde el Concello, Lagar da Condesa solicitó permiso en 2021 para la primera plantación, con el objetivo de realizar “movimientos de tierra y homogeneización de superficie” . La Xerencia de Urbanismo le requirió documentación complementaria y la sociedad continuó adelante con los trabajos pese a “carecer de permiso formal”, lo que derivó en una primera paralización de las obras.
El pasado viernes 9 de diciembre Ravella dictó una segunda orden de paralización de esas obras, de la primera parcela. Se indicaba a la promotora que debía hacer “las zanjas norte-sur y plantación de césped” precisamente para mitigar los efectos de las escorrentías.
Pero en el caso de la segunda parcela, la de 17 hectáreas, la empresa aún carece de autorización municipal, sostienen desde el Ayuntamiento. Por ello se le ha abierto un expediente de reposición de la legalidad urbanística que ya le ha sido comunicado. También se le advierte de que las obras quedan suspendidas de “forma inmediata” y que debe adoptar “medidas de seguridad”. Dispone de quince días para presentar alegaciones.