La zarzuela entusiasma al público en el Auditorio de O Grove

Que la BUMM va más allá de una banda de música al uso, se evidenció en O Grove en la noche del sábado. En los últimos años, se le ha visto en registros varios: en proyectos de música sinfónica original con su “Heroínas”, fusionándose con la Banda de Gaitas de Forcarei tocando con Serafín Zubiri en su homenaje a Nino Bravo, en boleros con Sito Sedes, Paco Lodeiro o Ladrón de Guevara, en fados con María do Ceo, ópera con la soprano Rosana Domínguez o el “Carmina Burana” con el Liceo de Vilagarcía, y en canción gallega con Silvia Ferre. Y el sábado, en O Grove, se atrevía con un registro más: la zarzuela, que llegaba con coros y solistas líricos.

El concierto cautivó al público en el marco de una gala que ofrecía la Banda Unión Musical de Meaño, junto con los coros Liceo de Vilagarcía y Vinderel de Pontevedra, además, como solistas, la soprano Beatriz Riobó y el tenor argentino Juanjo Cura. Sobre el escenario, 138 intérpretes, de ellos 62 voces entre ambos coros sobre las tarimas. Y en el patio de butacas, unas 400 personas que coparon de largo tres cuartas partes del aforo del auditorio.

Patrona de los músicos

La gala, que rezaba bajo el epígrafe “Concerto de Santa Icía”, patrona de los músicos, se iniciaba con el preludio instrumental de “El tambor de granaderos” de Ruperto Chapí. Luego, entraban en escena los coros para interpretar con la banda el “Coro de románticos” de “Doña Francisquita”. Fue en la tercera cuando se sumaban al escenario la soprano Beatriz Riobó, profesora de canto del Conservatorio Superior de Vigo, y el tenor Juanjo Cura para interpretar “La marcha de la amistad” de la zarzuela “Los Gavilanes”. Un canto que, junto con las seguidillas de “La verbena de la Paloma” hacían de bises al final, ante la insistencia del público que lo demandaba con sus prolongados aplausos. En el bis, Juanjo Cura apuntaba que “es buen himno para un momento de guerra como el actual” para, acto seguido, entonar el “¡Siempre amigos, gritad, y acaben ya los odios y la guerra!”.

Resultó una hora redonda de música que, por un momento se hizo corta. Sonaron diez temas de zarzuela, incluidos diálogos entre tenor y soprano en la habanera “Todas las mañanitas” de “Don Gil de Alcalá”.

La lírica que entusiasma

El público disfrutó de los registros y sirvieron a muchos de los presentes para abrirse así al mundillo de la lírica. En la batuta, el maestro Diego Javier Lorente que, en su alocución final, agradecía la buena disposición del Concello de O Grove para poder albergar el concierto, y el trabajo ímprobo de las directoras María Domínguez y María Luisa Sánchez, al frente del Coro Liceo y Vinderel respectivamente, con sus ensayos en sendas formaciones.

El tenor argentino Juanjo Cura, que daba el salto a España hace tres años, valoraba la experiencia: “Diego Lorente -afirmaba- es un gran director y un maestro como músico que, a la par, no solo dirige, sino que enseña; eso se ve, y él está al frente de una banda con excelentes músicos, muy afinados, muy precisos, es algo que se nota a las primeras de cambio”.

Ensayos gratificantes

En cuanto a la comunión habida entre banda, voces y zarzuela, el tenor reconocía que “esta primera experiencia con una banda de música ha resultado magnífica: es gratificante el ver a tantos músicos jóvenes, cuán si fueran profesionales, disfrutando con la zarzuela, y llevarla fresca al público en un pueblo como O Grove y a la gente de Meaño”.

Un Juanjo Cura que, afincado en Vigo, es profesor de canto, compositor, arreglista y director de coros, teniendo bajo su batuta actualmente cuatro corales. En su visión de Galicia en estos años, apunta: “Cuando uno llega, el gallego, primero, te mira, te mira, te mira… Y una vez que comprueba quien eres, te entrega su corazón, es muy bello”. Diego Javier indicó: “Fueron dos meses de ensayos, porque la zarzuela tiene sus dificultades”, pero muy gratificantes.