El Concello impone una multa de 2.400 euros al albergue de Meis

La sanción es recurrible y se aplica por exceder el número de plazas habilitadas | El concesionario censura la actitud del Ayuntamiento

Dos peregrinos a las puertas del albergue de Meis este verano.

Dos peregrinos a las puertas del albergue de Meis este verano. / Noé Parga

A. G.

Multa de 2.400 euros por exceder el número de camas habilitadas para atender a los peregrinos. Así ha resuelto el expediente abierto por el Concello de Meis a la concesionaria del albergue, una sanción que todavía es recurrible y que es muy probable que el concesionario opte por hacerlo. Víctor Abal, que se hizo cargo en junio de 2021 de las instalaciones que existen en Armenteira, se mostraba ayer en total desacuerdo con la sanción y se siente víctima del conflicto político que ha surgido entre PSOE y BNG a cuenta del albergue.

Abal asegura que cuando se presentó al concurso el albergue estaba dimensionado para unas 30 camas. Esas camas se encontraban en el campo de fútbol de Armenteira, y fueron traídas para el albergue por los operarios del Concello. Así funcionó el albergue, durante muchos meses, con más de treinta plazas, hasta que estalló el conflicto político y “recibí una carta en la que se me conminaba a reducir de 30 a 17 las camas, camas que son del Concello y que no han venido a buscar; si consideran que se deben sacar, lo que deben hacer es venir a buscarlas no sancionarme”.

El concesionario advierte que reducir a tan solo 17 camas el número de plazas va a ir en contra de la Variante Espiritual, ya que “los peregrinos no van a tener un lugar donde dormir ni donde descansar”.

Esta sanción se suma a otras situaciones que el concesionario asegura quer está sufriendo desde que se hizo cargo del albergue. La más grave es la situación en la que se encuentra la pared sur del edificio, que mete agua hacia el interior, provocando graves humedades en la zona de calderas y en el espacio destinado a dormitorio de los peregrinos. Abal señala que lo ha comunicado al Concello pero que no se ha dado ningún paso para solucionarlo. En esa pared también tenía previsto instalar un tendedero, pero los técnicos municipales no le dan solución ni le explican qué tipo de elementos y forma debe incluir.

A mayores, Abal narra que recibió en su momento la visita de un inspector de Sanidade a causa de una supuesta cocina que habría en el interior del albergue para los peregrinos, cocina que, asegura, “no existe, más allá de algunas máquinas para que los peregrinos puedan desayunar a las 6.30 horas, cuando se levantan y no hay nada abierto en ninguna parte”. En esa inspección se percataron de que “no hay control de plagas y el agua estaba sin clorificar, por lo que hubo que conectarla al sistema del colegio, cuestiones que el Concello debería haber tenido resueltas antes de sacar las dependencias a concurso”.

La alcaldesa de Meis, Marta Giráldez, recordaba ayer que el concesionario puede recurrir la sentencia “y solo tiene que avisar para que le recojan las camas sobrantes”. La regidora recuerda que cuando llegó al Concello “el albergue se encontraba sin legalizar y la gente dormía hacinada, por eso se estableció la cifra de 17 plazas, que él conocía perfectamente”. En lo que respecta a la humedad, asegura que los servicios técnicos se encuentran buscando la fórmula para solucionar el problema. También quiere dejar claro que se está actuando “tal y como marca la normativa”

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