La huelga del transporte se diluye y apenas deja huella en las carreteras arousanas

Las mercancías por carretera salieron del Puerto de Vilagarcía y de los polígonos industriales como en una jornada normal | No hubo ningún piquete activo en O Salnés

Dos camiones se cruzan en la carretera de acceso al muelle de Tragove, en Cambados, durante el día de ayer.

Dos camiones se cruzan en la carretera de acceso al muelle de Tragove, en Cambados, durante el día de ayer. / Noé Parga

A. G.

Aquellos que auguraban que la huelga convocada por la Plataforma en Defensa del Sector del Transporte apenas iba a tener repercusión en la comarca de O Salnés, no se equivocaban, al menos, en el primer día. En las carreteras de la comarca los camiones circularon como una jornada normal y no se vivió ningún incidente. Es más, ni siquiera los piquetes, que en la anterior habían estado muy activos, hicieron su aparición en puntos como las rotondas o los puntos de acceso a los polígonos industriales.

Uno de los medidores de la actividad del transporte en la comarca es el Puerto de Vilagarcía. Desde la institución que preside José Manuel Cores Tourís, reconocían ayer que la incidencia estaba siendo mínima, que todos los transportes previstos durante la jornada de ayer se realizaron sin novedad y que no existía constancia de que se hubiese registrado algún problema.

En muelles como A Illa, Vilanova o Cambados, se continuó con la actividad normal en lo que a descarga de mejillón, marisco y pescado se refiere y no se registró ningún tipo de desabastecimiento en los supermercados, como sí llegó a ocurrir en el mes de marzo. En los polígonos industriales de O Pousadoiro, Tremoedo o Sete Pías se trabajó con total normalidad y no existe previsión de que la situación pueda complicarse en los próximos días.

A diferencia de las movilizaciones ocurridas el pasado mes de marzo, donde el sector vio la necesidad de exigir soluciones al problema de los combustibles, en esta ocasión, la mayor parte de los transportistas no ven con buen os ojos el parón. Primero, explicaba ayer un camionero, porque se encuentran en la época del año en que más y mejor pueden trabajar, y segundo, porque el parón anterior sirvió para conseguir bonificaciones en el gasóleo y para que los clientes asumiesen el incremento de los combustibles en las tarifas. A ello se suma que “tenemos que hacer frente a muchos de los pagos anuales, por lo que no tiene mucho sentido que volvamos a paralizar todo el transporte”. Esas cuestiones se encuentran detrás de que las principales asociaciones del transporte en Galicia se hayan desmarcado de las protestas y aboguen por continuar con la actividad.

Con ellas también coinciden los responsables de una de las empresas de transporte asentadas en Baión, en Vilanova de Arousa, que ayer trabajó sin ningún tipo de incidencia y que va a continuar haciéndolo para afrontar una campaña como la de Navidad, donde se incrementa el número de transportes.

El delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones, destacó ayer la ausencia de “incidencias” en el primer día de paro convocado por la Plataforma en Defensa del Transporte. “No existe ninguna incidencia, todo está tranquilo”, señaló Miñones, quien ha trasladado su deseo en que “siga siendo así” en lo que queda de jornada.

En cuanto al operativo puesto en marcha, ha señalado que se desplegaron desde las doce horas de la pasada noche agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil “en diferentes puntos de seguimiento”. Entre otros, ha citado los polígonos empresariales, los accesos a los puertos o la zona de Pedrafita, en Lugo, por la conexión de Galicia por carretera. No obstante incidido en la falta de incidencias.

También ha agradecido a los transportistas que no secundan el paro su posicionamiento. “Están permitiendo que todo transcurra con normalidad”, ha añadido.

El pasado mes de marzo la situación fue muy distinta. Aunque el primer día el efecto no llegó a ser significativo, a medida que fueron pasando las jornadas, la mayor parte de los camiones llegaron a parar, motivados en muchas ocasiones por la presión ejercida por los piquetes. De hecho, camiones de varias empresas de la comarca llegaron a sufrir pinchazos o lanzamiento de botes de pintura a sus parabrisas.

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Entre las firmas más afectadas por la anterior huelga se encontraban aquellas cuya actividad depende del movimiento de mercancías en el Puerto de Vilagarcía. Aunque todo hace prever que nada tenga que ver el impacto de este parón con el de marzo, la preocupación existe. Ayer, una de las firmas asentadas en el Puerto reconocía que todos los transportes que había despachado hacia diferentes puntos de la península había salido sin ningún tipo de problemas. “Ahora estamos esperando noticias, porque no sabemos lo que les puede pasar lejos de aquí, donde la huelga puede tener un mayor respaldo”, explicaba uno de los responsables de la firma. Al igual que el anterior parón, la entidad vive con mucha incertidumbre todo lo que está ocurriendo en torno al transporte ante el temor de que “volvamos a sufrir un duro impacto”.

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