La recuperación de la antigua escalinata de la plaza de Fefiñáns está más cerca de convertirse en realidad. Así lo consideran al menos los arqueólogos que están excavando en busca de restos de la escalera, y el Ayuntamiento de Cambados. El lunes, el equipo de profesionales halló la estructura interna de la escalinata y al menos una piedra que podría ser uno de los peldaños originales. En opinión del director de la prospección, Antonio Castro Rozados, y de los concejales Xurxo Charlín y Constantino Cordal, estos hallazgos podrían ser suficientes para que la Dirección Xeral de Patrimonio autorice la restauración de la escalera.
El atrio de la iglesia de San Benito de Fefiñáns está actualmente comunicado con la plaza mediante dos escalinatas laterales, que se abren a Este y Oeste. Sin embargo, ambas son relativamente modernas. En el siglo XVIII se construyó una escalinata hacia el Sur, que sobreviviría en esa ubicación hasta que en 1972 el Ministerio de Vivienda ordenó su retirada porque molestaba el paso de los coches en un momento en el que la carretera de Vilagarcía a Vilalonga atravesaba el corazón de la plaza de Fefiñáns.
El concejal de Patrimonio, Xurxo Charlín, se propuso recuperar la escalinata y presentó un proyecto a Patrimonio, que lo autorizó con la condición de excavar antes en la zona y encontrar o bien los peldaños originales o bien restos pétreos de la estructura. El lunes se habría cumplido esa condición.
En la cata abierta en el atrio se aprecian una serie de piedras dispuestas en distintas alturas, que serían la cimentación interna de la escalinata. No fue necesario cavar mucho para encontrarlas, pues las más exteriores tenían apenas veinte centímetros de tierra por encima. En un plano más profundo, ligeramente escorada hacia el Oeste, se aprecia una piedra plana, rectangular, que podría ser uno de los viejos peldaños. Los demás habrían sido reutilizados en las escalinatas laterales modernas o incluso en los asientos del cierre del atrio, según los especialistas y el Concello. Se estima que había entre ocho y nueve pasos, según planos de los años 60 y fotografías antiguas.
Los profesionales y los responsables municipales explicaron ayer al mediodía en Fefiñáns que seguirán excavando hasta finales de esta semana. En el atrio, se duplicará el área prevista de trabajo, que inicialmente era de cinco metros cuadrados. Esta posibilidad de cavar en una superficie mayor ya estaba contemplada si la búsqueda de restos resultaba fructífera.
También se realizará el sondeo previsto en la plaza, a los pies del muro de cierre del atrio, si bien los técnicos opinan que esa cata será mucho menos fértil y que probablemente no aparezcan restos de relevancia. Entre tanto, un funcionario de Patrimonio deberá visitar la excavación, para cerciorarse de que los hallazgos son tal y como los describió el Ayuntamiento.
Al finalizar la prospección, Antonio Castro deberá realizar un informe sobre la misma, que se remitirá a Patrimonio. Será en este departamento de la Consellería de Cultura donde tendrán que resolver si autorizan o no la reconstrucción de las escaleras. Si el veredicto es favorable a Cambados, el Concello podrá sacar a licitación el proyecto completo de reurbanización de la plaza de Fefiñáns antes de que termine este año, con el objetivo de que el grueso de las obras estén terminadas antes de Semana Santa, interfiriendo así lo menos posible en la próxima campaña turística.
El Arzobispado acepta retranquear el cierre
El municipio cambadés pretende recuperar la fisonomía de la plaza previa a 1972, cuando se produjo la retirada de la escalinata. Por ello, no solo quiere abrir el muro sur para el nuevo acceso, sino también retranquearlo al menos un par de metros. De este modo, la iglesia perderá espacio para el atrio lateral, pero ganará en su lugar una salida directa desde la puerta sur hacia la plaza.
El cambio cuenta con el beneplácito de la parroquia de Santa Mariña Dozo, del cura, José Aldao, y del Arzobispado de Santiago, que están dispuestos a ceder el terreno necesario para retrasar el muro de cierre. La plaza de Fefiñáns fue adquirida por el Ayuntamiento en la década de los 20 del siglo pasado, y la Iglesia inmatriculó a su nombre esa parte del atrio ganado tras la eliminación de las escalinatas frontales con la Ley Hipotecaria de José María Aznar. En este proyecto participan de una u otra forma a nivel técnico el arquitecto Antonio Castro, el historiador Gumersindo Mosteiro, el restaurador José Aguiño, el especialista en patrimonio Javier Montero, y la arquitecta Paula Alfonso, autora del proyecto de toda la plaza.
