El difícil relevo generacional en las asociaciones rurales meañesas ha puesto en entredicho la continuidad de la de “San Miguel” de Lores, uno de los colectivos emblemáticos del municipio con más de 25 años a cuestas. Julio había sido el mes para la celebración de elecciones, al vencer el plazo de la presidenta Trinidad Lorenzo Lema y su equipo, anunciando entonces que no volverían a presentarse a reelección. Ante la ausencia de candidatas y que ninguna mujer del colectivo se animó a dar el paso a la presidencia, la apertura del curso –que suele corresponderse con el final de la vendimia– no ha tenido lugar y la asociación permanece sin actividad. De persistir en el tiempo, el colectivo quedará abocado a la disolución.
Milagros Pérez, presidenta emblemática de “San Miguel” –luego directiva hasta la fecha y edil en la corporación–, reconocía que “es una verdadera pena que no haya personas jóvenes dispuestas a asumir el relevo, máxime cuando esta fue una asociación grande que llegó a contar con 200 socias en una parroquia pequeña como es Lores”. Un colectivo que había trabajado codo con codo con la asociación de vecinos “Airiños” de Lores, organizando en conjunto la “Subida á Escusa” o la “Festa del Mayores”, con un almuerzo que ellos mismos cocinaban y servían en la Casa de Cultura a los ancianos de Lores. Milagros Pérez hace un llamamiento a la causa: “Cabe alentar a las mujeres jóvenes a dar ese paso por ellas y por la parroquia, la asociación supone un trabajo pero también gratifica en lo emocional”.
De las cinco asociaciones de mujeres rurales que llegaron a existir en el municipio meañés, únicamente dos inician el curso. De una parte “O Corazón do Salnés” de Meaño, que echó a andar en su local social con sesiones de gimnasia de mantenimiento los lunes y miércoles de 21 a 22 horas y, en breve, añadirá el curso de bolillos. Luego, tras la navidades, se prevé arrancar con otro de manualidades. Y, de la otra, en Dena, las mujeres rurales de “A Telleira”, con nueva directiva y relevo generacional.
