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Tres arousanos disfrutando del único Camino de huella imborrable

Los arousanos Xurxo de la Torre y Juan Miguel Santaya, junto al onubense José Cepeda, llegarán el domingo a la Praza do Obradoiro tras partir desde Puebla de Sanabria

Xurxo de la Torre, José Cepeda y Juan Miguel Santaya a su llegada a Laza. | // FDV

De todo aquello que rodea a la experiencia del Camino de Santiago existe en Vilagarcía una voz plenamente autorizada. Se trata de Xurxo de la Torre, quien no conforme con haberse ganado más de diez compostelanas culminando diferentes trayectos, está ahora mismo enfrascado en uno más, el conocido como Camino Sanabrés.

En esta ocasión se han sumado a la iniciativa el grovense Juan Miguel Santaya y el onubense José Cepeda, a quien conoció en 2006 cuando Xurxo de la Torre se convirtió en el primer peregrino que llegó desde la aldea de El Rocío a Compostela. Un camino que dividió en cuatro tramos que fue realizando con intervalos de un año.

En la búsqueda de esa sensación de paz y bienestar que supone el caminar por diferentes trayectos para llegar siempre al mismo lugar, los tres peregrinos maridaron la modernidad del AVE para encontrar el punto de partida en la localidad de Otero de Sanabria con la tradición del caminar. La vuelta ya corría de parte de la energía de sus piernas y, sobre todo, de un firme convencimiento de disfrutar de todos los beneficios del viaje.

Los tres peregrinos durante una de sus paradas en uno de los lugares visitados. FDV

Puebla de Sanabria-Padornelo fue la primera de las nueve etapas que arrancaron el 17 de septiembre. A Gudiña, Laza, Xunqueira de Ambía, Ourense, Monasterio de Oseira, Lalín, Puente Ulla y Santiago de Compostela han sido, son y serán lugares donde instalaron sus cuarteles de descanso hasta volver a poner un pie en el Obradoiro y que cada uno experimente las recompensas compartidas a la par que personales e intransferibles.

Hasta la meteorología ha querido ponerse de su parte para tener el mejor Camino posible. “Vamos por zonas de altitud y eso hace llevar aún mejor el calor”, apunta un Xurxo de la Torre que, como experto en la materia, subraya además que “dormimos en hostales porque los albergues hacen más difícil tener el descanso que necesitamos. Tenemos ya todos más de 50 años y si no descansas bien se puede hacer más duro de lo recomendable”.

Xurxo de la Torre completó el Camino desde la aldea de El Rocío con un tramo cada año

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Entremedias cada paso va acompañado de un momento de los que se recuerdan. Como el propio peregrino vilagarciano afirma, “el Camino es como la vida misma. Pasas por momentos divertidos, otros de enfado, cansancio, recompensas... Pero te quedas con la sensación final de que todo esfuerzo tiene su recompensa y eso es una lección de vida y una satisfacción que hay que vivirla para conocerla. Es un cúmulo de sensaciones difícil de describir”.

Un peregrinar no exento de preparación como la que realizan cada fin de semana con largas caminatas que tienen en las variantes salinienses del Camino algunos de sus escenarios habituales.

“Mi año siempre empieza al llegar a Santiago”

Tal es la identificación de Xurxo de la Torre con el Camino de Santiago que, desde hace más de una década, se ha convertido en una cita anual ineludible. “Menos el año de la pandemia, todos los años hice una ruta hacia Compostela diferente. Solo me quedaba este Camino Sanabrés y el que llega desde Finisterre”.

Los tres peregrinos a su llegada ayer al Monasterio de Oseira. FDV

La amistad con Juan Miguel Santaya y José Cepeda viene también de muchos años atrás. Las buenas charlas, las anécdotas o las comidas son otros de los aspectos que llenan la mochila vital tras unos pasos que pasarán, pero no la huella que dejan. “Es algo que recomendaría a todos. Aporta sensación de tranquilidad, de libertad, de felicidad... Es una desconexión tan grande que te permite reflexionar sobre muchas cosas. Es algo que se lo recomiendo a todo el mundo como terapia. Además es algo que no solo disfrutas, sino que también lo sufres y con lo que aprendes de personas de todo el mundo. Puedo decir que mi 1 de enero de cada año es el día que llego a Santiago. Mi año siempre empieza así”, concluye Xurxo de la Torre.

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