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Desprendimientos en la PO-530 a su paso por Vilanova a causa de la lluvia

Infraestruturas sigue sin solucionar una situación que se repite de forma períodica en ese lugar

La lluvia vuelve a provocar desprendimientos en la PO-530. Pablo Hernández

No es la primera vez y parece que no se encuentra una solución adecuada. Cada vez que llueve, los márgenes de la PO-530 se llenan de restos de tierra y piedras que la lluvia arrastra hacia la calzada. Esta semana no ha sido una excepción, ya que en la zona se ha convertido en demasiado habitual la presencia de estos restos, con el riesgo que ello supone para la circulación en la zona.

Los cascotes arrastrados por el agua esta semana no han alcanzado la calzada, quedándose en la cuneta, pero no es la primera vez que alguna de las piedras que se desprenden del terraplén acaban impactando con algún vehículo o cruzada en medio de la calzada, con el riesgo que eso supone para el tráfico rodado.

El vial une la VG 4.3 con la PO-549, a la altura de la rotonda de Cardalda, que da acceso a la carretera que se dirige a A Illa de Arousa y al casco urbano de Vilanova. Por esa zona pasan cientos de vehículos a diario, especialmente en verano, e incluso, suele ser utilizado por ciclistas para acceder a la zona de Tremoedo.

Los usuarios se quejan de que estos desprendimientos sean tan habituales y puedan acabar convirtiéndose en un verdadero problema para la circulación, o incluso, provocar un accidente de graves consecuencias.

Aunque se han barajado varias iniciativas para acabar con los desprendimientos que sufre la carretera, lo cierto es que ninguna de ellas se ha llevado a cabo todavía. Una de ellas es la de poner en marcha la construcción de una senda peatonal por el vial auxiliar de la carretera, una senda que permitiría unir la zona de San Miguel de Deiro con el interior de Vilanova de Arousa. La intención de acometerla llegó a presentarse en su día, pero todavía no se ha desarrollado el proyecto. Sin embargo, lo más lógico sería asegurar la zona con una malla metálica, como se ha hecho en otras laderas y como se reclamó desde el Concello cuando se registraron desprendimientos en el vial que comunica Baión con el Hospital de O Salnés. La malla evitaría que los restos de tierra y piedras acabasen en la calzada.

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