Los mariscadores a flote de la Cofradía de A Illa llevan trabajando desde el pasado mes de julio en la zona conocida como banda do sur en el municipio, uno de los entornos más productivos de las concesiones que poseen.
Dentro de esas concesiones una de las especies de acompañamiento, el relojito, se encuentra en veda debido a que las analíticas que se le realizaron a la especie en esa zona han arrojado niveles de presencia de plomo mayores de los recomendados.
Esta situación está provocando un serio contratiempo a los mariscadores de A Illa, reconoce el patrón mayor de A Illa, Juan José Rial Millán, porque el relojito había pasado de ser una especie acompañante a casi una objetivo por los precios que está alcanzando”, explica. No en vano, en diferentes puertos de la ría de Arousa se están alcanzando los seis euros en lonja para esta especie lo que “a cinco kilogramos por día sería un ingreso muy importante para todos”. El patrón duda que toda esa zona pueda abrirse en un futuro próximo y que dejarán la actividad en ella sin poder a extraer el relojito. La zona es la que comprende entre el Con de tres Pés hasta la zona denominada Dente de Can.
“Nos preocupa mucho la situación porque no queremos volver a vivir lo ocurrido en el pasado, cuando se cerró por completo la extracción de este bivalvo, algo que el bolsillo de los mariscadores noto mucho”, explica Millán.
El patrón mayor reconoce que, ante lo ocurrido en la zona II han comenzado a realizar analíticas al relojito en otros puntos del litoral isleño, aunque todo apunta que no tendrían ningún problema. Las analíticas se han hecho en lugares como Canteira, Bao, Xastelas e Arnelas. Esta especie es una de las que más se comercializa en la lonja de A Illa cuando se puede extraer.
El relojito es una de las especies de acompañamiento más extraídas en la ría de Arousa. Sin embargo, la acumulación de plomo en los especímenes más grandes acostumbra a prohibir su extracción.
De hecho, esta estuvo prohibida durante años, hasta que hace seis años se volvió a autorizar tras descubrir un estudio que los niveles de plomo que acumularía no afectarían a la salud humana. Ese estudio fue encargado por las propias cofradías y contó con el respaldo del Consello Regulador do Mexillón. Desde entonces apenas se había cerrado más que en algún momento y zona muy puntual como espera el sector que sea este.
